Las exportaciones totales de materiales destinados al sector de la construcción han vivido una década espectacular en lo que a volumen de negocio se refiere. Según un informe de Cesce, desde el año 2009 se ha producido un incremento de esta ventas al exterior del 63%. En 2016 la subida fue de un 1,7% y el sector de los distribuidores de este tipo de artículos ha ascendido un 7,4% en 2015.
Los motivos que están tras esta importante mejora de la actividad económica en este ámbito son fundamentalmente la mejora del mercado inmobiliario y el crecimiento de la reforma y la rehabilitación de edificios. De hecho, los materiales ligados a estas dos últimas actividades son las que han tenido un mejor comportamiento. La ralentización de las obras nuevas ha llevado a los artículos más ligados a la edificación a una caída en consumo y, por tanto, en producción.
El sector cerámico es otro de los que está viendo como su negocio va hacia arriba. En 2016 el alza que se produjo en este campo estuvo por encima del 7% y las exportaciones de este tipo de materiales aglutinaron el 78% del total de las ventas. 2017 y 2018 se presentan como muy positivos para el ámbito cerámico, con un incremento de las ventas de un 5% anual, por lo que se prevé que se lleguen a generar más de 3.600 millones de euros.
El cemento es otra de las piezas claves en este puzzle. El consumo del mismo cerró 2016 con un total de 11,14 millones de toneladas, descendiendo un 3,1% en relación a 2015. Se espera que en 2018 se de un repunte de la producción, la venta y el consumo de cemento en nuestro país.
El hormigón también es clave en el sector de los materiales de construcción. La caída de la obra civil va a hacer que este 2017 se reduzcan las ventas.
