La Asociación Española de Franquiciadores hace su resumen de un año que ha tenido, nuevamente, a la crisis económica y al aumento del desempleo como los problemas principales para el tejido empresarial. El presidente de la entidad, Xavier Vallhonrat, no ha dudado en calificar 2011 como «un año difícil y complicado. Aun así, en plena crisis, la franquicia sigue ganando adeptos entre los empresarios, que apuestan por este sistema para potenciar su expansión. Por otra parte, tampoco ha descendido el número de emprendedores que buscan las ventajas de la franquicia para su proyecto, aunque, eso sí, se encuentran con un apoyo escasísimo por parte de las entidades financieras».
Además, añadió que «a falta de conocer los datos de un ejercicio que aún no ha terminado, podemos anotar en el haber el crecimiento del número de redes franquiciadas y un alto dinamismo en la penetración internacional de nuestras enseñas».
En este nuevo año, la AEF ya piensa en afrontar un nuevo ejercicio, en el cual se ha fijado importantes objetivos, entre ellos está el de seguir apostando por certámenes y por las nuevas tecnologías. Como explica Eduardo Abadía, gerente de la AEF y director Ejecutivo de la Federación Iberoamericana de Franquicias (FIAF), «ya que el negocio escasea en nuestro país, la apuesta por la globalización cobra cada vez mayor sentido, de ahí que exista tanto interés por parte de las franquicias españolas por acudir a estas ferias internacionales y por entrar en otros mercados».