La adicción al trabajo tiene muchos aspectos negativos y pocos que realmente puedan contribuir a mejorar el ambiente de trabajo o la productividad dentro de una empresa. Como hemos visto en «Cinco síntomas que te convierten en un mal jefe» o en «20 signos que indican que te estñás ‘quemando’ en tu trabajo» convertirse en lo que los anglosajones denominan workaholic no es la mejor forma de prosperar dentro de la empresa.
Ahora un estudio desarrollado por la Northampton Business School y que refleja el diario The Telegraph, son precisamente los empleados teóricamente más productivos y en ocasiones adictos a su trabajo, los más propensos a desarrollar otras adicciones, especialmente a permanecer conectados a Internet.
El estudio revela que este tipo de trabajadores necesitan conectarse a Internet en cualquier momento, por ejemplo para comprobar si han recibido nuevos e-mails en mitad de la noche. Además, experimentan los síntomas clásicos del síndrome de abstinencia cuando no pueden conectarse a la Red o cuando les obligan a permanecer desconectados: ansiedad, mareos, depresión, etc.
Para los autores del estudio, las empresas hacen mal en preocuparse por los empleados que pasan tiempo en Internet en actividades no relacionadas con su trabajo y deberían preocuparse más, por los que teóricamente presentan un ratio de productividad muy superior al de los demás.
El principal motivo es que este tipo de trabajadores tienen más posibilidades de «quemarse», lo que se traducirá en la pérdida del que podría haber sido un gran profesional para la compañía.
