Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), 420.200 trabajadores compatibilizan su empleo principal con otro de igual o distinta característica. El pluriempleo (tener dos o más ocupaciones) ha vuelto a niveles de hace cinco años, y lo que no deja de ser significativo, con una tendencia claramente ascendente.
Se trata de la cifra más elevada desde el primer trimestre de 2010. De hecho, la cifra más alta de pluriempleados se alcanzó en el segundo trimestre de 2008, al comienzo de la crisis, cuando 571.800 asalariados trabajaban en dos o más actividades gracias a que todavía la economía crecía con fuerza en términos anuales. Desde ese trimestre, esa cifra fue bajando en coherencia con el deterioro de la situación económica. O lo que es lo mismo, ni siquiera, tras estallar la recesión, había empleo complementario aunque fuera en peores condiciones que el principal. El número de pluriempleados cayó hasta los 330.500 en el tercer trimestre de 2012. Es decir, en medio de la segunda recesión.
¿Y quiénes son los pluriempleados? Según el retrato que hace la EPA se trata en su gran mayoría de asalariados (el 80%), si bien en los últimos trimestres ha crecido con fuerza en el caso de los trabajadores por cuenta propia.
Un reciente estudio de Adecco y Barceló & Asociados pone de manifiesto que el pluriempleo es una característica marginal del mercado de trabajo europeo, pues sólo el 4% del total de ocupados de la UE está pluriempleado. Sin embargo, en algunos países con altos niveles de ocupación, su importancia es mayor.
Suecia (9,1%), Holanda (8,3%) y Polonia (6,4%) se sitúan como los países donde el pluriempleo tiene una presencia más extendida, dicen los autores del estudio con datos de Eurostat. En el extremo contrario, Italia (1,2%), Hungría (1,4%) y Grecia (1,7%) son los únicos, entre los países seleccionados, en los que el pluriempleo alcanza a menos del 2% del total de ocupados. España se coloca más cerca de los países con menor inserción del pluriempleo, con un 2,1% de trabajadores, el mismo porcentaje que Rumanía.
El informe de Adecco, igualmente, desmitifica la relación entre bajos salarios y pluriempleo. Tres de los cuatro países con mayor proporción de personas con más de un empleo (Suecia, Holanda y Alemania) tienen salarios medios superiores a los 3.700 euros brutos mensuales. En cambio, la República Checa, Hungría y Rumanía, donde el porcentaje de pluriempleados es la mitad que la media europea o incluso menos, ofrecen salarios medios que no alcanzan a 1.000 euros por mes. Los datos de España se ajustan a la relación media que surge de los países observados, con un salario medio (1.913 euros brutos por mes) y una proporción de pluriempleados (2,1%) inferiores a sus respectivas medias comunitarias.
El pluriempleo, por tanto, no es, desde luego, un fenómeno nuevo en la economía española. Y de hecho es habitual en economías poco avanzadas o que salen de subdesarrollo, como sucedía en la España de los 50 y 60. Pero lo paradójico es que vuelve a ser la alternativa para muchos trabajadores que tienen empleo pero que no cubre sus necesidades.