Una orden ministerial que se publicará próximamente en el Boletín Oficial del Estado, pretende regular el incremento del límite para la exención, situado hasta ahora en los 18.000 euros. De este modo, los contribuyentes con deudas hasta 30.000 euros podrán solicitar aplazamientos de pago sin garantías.
El objetivo, es que un mayor número de contribuyentes cuente con más facilidades para el cumplimiento de sus obligaciones tributarias. De media, la Agencia Tributaria viene recibiendo en los últimos años más de 25.000 solicitudes anuales de aplazamiento o fraccionamiento de deudas situadas entre los 18.000 y los 30.000 euros.
Entre 2011 y 2014, el importe de las solicitudes de aplazamiento, que ahora pasan a quedar eximidos de la aportación de garantías para su concesión, sumó más de 2.500 millones de euros.
Esta mejora en las facilidades de pago de deudas afectará a todas las solicitudes de aplazamiento y fraccionamiento que se presenten ante la Agencia Tributaria, con excepción de las deudas generadas por la falta de ingreso de las retenciones de IRPF, que siguen siendo inaplazables, salvo la concurrencia de las causas excepcionales tasadas por ley, y de las deudas para las cuales el Código Aduanero Comunitario establece una regulación independiente.
En los últimos cuatro años, la Agencia Tributaria ha concedido aplazamientos por un importe superior a los 30.800 millones de euros, y de ese total casi un 70 por ciento ha supuesto mayores facilidades de pago de deudas tributarias para el colectivo de pymes y autónomos.
No obstante, Hacienda decidió echar el cierre a la fuente de financiación, algo que para muchas empresas se había convertido el aplazamiento o fraccionamiento de retenciones e ingresos a cuenta en diciembre de 2013, según se explicitaba en una Instrucción del Departamento de Recaudación de la Agencia Tributaria (AEAT).