Trabajar con equipos obsoletos, con ordenadores que hace tiempo que vivieron sus mejores tiempos o con impresoras que no siempre parecen dispuestas a cumplir con su cometido, no sólo impacta en la productividad de las empresas, sino que además es una de las principales causas de estrés laboral.
Así lo asegura un estudio realizado por la consultora Beservices, que refleja que un 33,7% de los empleados considera que los problemas informáticos son uno de los mayores motivos de estrés en el trabajo. Pero no sólo hablamos de problemas producidos por ciertas antiguallas informáticas.
Páginas web que se quedan en blanco, problemas a la hora de abrir el e-mail, imposibilidad de entrar al servidor, etc. son situaciones relativamente comunes en el día a día de muchas empresas. Lo curioso es que según refleja el informe, existe la creencia generalizada, de que, estos pequeños contratiempos o complicaciones que puede tener un empleado con su equipo informático, no son una contrariedad para que desempeñe sus tareas.
Muchos problemas se derivan del hecho de que las compañías alargan la vida de sus equipos informáticos, o descuidan su mantenimiento. Consideran que es mejor «estirar» todas las herramientas informáticas sin tener en cuenta que eso puede repercutir de forma muy negativa en la desarrollo del negocio.
«Los fallos informáticos, no solo generan estrés al empleado, sino que, además, suponen un grave coste para las empresas, ya que baja la productividad. Por este motivo, un mantenimiento planificado previamente puede mejorar la productividad hasta en 25%, reducir los costes hasta un 30% y alargar la vida de los equipos hasta un 50%», según explican desde Beservices.
A pesar de estas advertencias, un gran número de empresas no cuentan con un servicio de mantenimiento informático aduciendo que es un gran esfuerzo para ellas hacer una inversión de este tipo. Sin embargo, contar con equipos renovados, programas actualizados y un servicio de mantenimiento informático garantiza sin lugar a dudas una gran rentabilidad.
