La insuficiente oferta de empleo en el mercado español y el envejecimiento de la pirámide laboral están generando una población cada vez más inactiva en el país. Esto supone que tan solo haya 18 millones de personas en España (39%) para generar PIB porque tienen empleo, aunque gran parte de ellas mantienen un contrato precario. Resumiendo, la situación es que estos 18 millones deben sostener a una población total de 46 millones.
Si bien son sólo 18 los millones de personas (39%) que están actualmente trabajando, son un total de 38,5 millones (75%) las que se encuentran en edad laboral con más de 16 años. Del total, se deben tener en cuenta los 4,2 millones de parados (12,5%) y los casi 15,7 millones que se encuentran inactivos (41%) , tal y como desgrana El Mundo.
En definitiva, de cada 10 personas en edad de trabajar: 4,7 tienen empleo; 4,1 están inactivos y 1,2 son parados. Sumando la cifra de parados e inactivos da resultados alarmantes para las pensiones, los ingresos del Estado y el PIB, pues casi 20,5 millones de españoles (53,2%) en edad laboral no producen. Son 10 puntos más de cuando comenzó la crisis.
Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de este 2016 ha habido un repunte de los inactivos, aumentando en 55.000 personas. Del total de inactivos (15,7 millones) la mitad (7,8 millones) tiene más de 64 años. El resto se sitúa por debajo, situando a España en el cuarto lugar de los 28 países de la Unión Europea con más pasivos por debajo de los 64 años. Sin embargo, cabe apuntar que la población ocupa de estos países es mucho mayor que la de España. Por ejemplo, Francia y Alemania tienen unos 11,7 millones de inactivos, pero disponen de 39,6 y 26,1 millones de empleos, cifras bastante superiores a las correspondientes a España.
Así, tal y como se ha apuntado al inicio, el aumento de la población jubilada y prejubilada es uno de los principales motivos de estas cifras. Por otro lado, el colectivo de los estudiantes es el otro grupo responsable del aumento de estos datos, pues realizan cursos para alargar su formación pero, también, por la dificultad para encontrar un empleo adecuado. De estos, hay 2,6 millones que son estudiantes y otros 330.000 del resto de categorías que siguen cursos.
