El ultrabook de 13“ más fino del mercado. Así quiere venderse el nuevo Acer Swift S7, un ultrabook que presume de diseño y que nace para plantar cara a pesos pesados del mercado, como el HP Spectre 13 o el nuevo Macbook Pro.
Lo hace con algunos elementos que empiezan a resultarnos familiares en los portátiles premium que se han presentado en los últimos meses: procesadores Intel Core i7 (Kabylake), 8GB de RAM, SSD de 256 GB, pantalla full HD 1080p y dos puertos USB tipo C que nos obligarán a llevar con nosotros todo tipo de adaptadores hasta que la industria de los periféricos se ponga al día. Su mejor argumento lo encontramos por supuesto, en esos 9,98 mm y 1,09 kg de peso que le llevan directamente a la primera división de los ultrabooks.
Sin embargo y aunque reconocemos el alarde técnico (este equipo probablemente sea más fino que tu smartphone), la primera impresión nos deja sensaciones encontradas. Por un lado el diseño que propone Acer para este Ultrabook raya el notable alto: chasis de aluminio, construcción unibody, líneas elegantes, bisagras sólidas, trackpad generoso y un aspecto final capaz de transmitir todas características premium que le podemos exigir a un equipo que roza los 1.300 euros.
Y sin embargo otros elementos en cambio nos parecen mucho más discutibles. El primero y que enseguida llama la atención es ese color dorado del que Acer viste si equipo. Un color que quiere transmitir esa sensación premium, pero que a muchos usuarios sitúa en una difícil disyuntiva, ya que el dorado es el único color en el que se comercializa este equipo: un lo tomas o lo dejas en toda regla.
Más allá del color, llaman la atención los grandes marcos en los que Acer enmarca su pantalla de 13“. Si llevásemos al máximo las posibilidades del chasis (como hace Dell en sus nuevos XPS) estaríamos hablando de un equipo que supera generosamente esas 14” que fácilmente se hubieran podido presentar en este dispositivo. Y esa sensación de pantalla que flota encerrada en cuatro gruesos marcos negros no le beneficia en nada.
Y finalmente nos parece imperdonable que un equipo de estas características y a este precio apueste por un teclado que no esté retroiluminado. Para un profesional, target al que claramente se dirige este portátil, acostumbrado a trabajar en condiciones de escasa luminosidad (por ejemplo en vuelos nocturnos), este es un detalle que seguramente va a ser tenido muy en cuenta.
Autonomía y rendimiento
A diferencia de sus competidores, Acer opta por no incluir una pantalla táctil en un equipo que por otro lado, permite una inclinación máxima de 130º, que en nuestra opinión se queda corta cuando lo comparamos con la mayoría de los equipos que se están presentando en este segmento.
Pese a ello la resolución de la pantalla (full HD 1080p) permite salvar este apartado, ofreciendo excelentes ángulos de visión y pese a su acabado glossy se comporta más que decentemente en exteriores, convirtiéndolo en un equipo más que recomendable para trabajar en todo tipo de espacios.
Si la pantalla como hemos comentado nos ha dejado sensaciones contrapuestas, no lo ha hecho en cambio un equipo que incluso en situaciones de altas cargas de trabajo no sólo es completamente silencioso, sino que consigue no elevar su temperatura más allá de lo necesario, algo sorprendente en un ultrabook que recordemos carece de fuente de ventilación interna y que esta vez sí, sitúa a Acer por encima de otros equipos de similares características que han pasado por nuestro laboratorio técnico. «Chapeau» para Acer en este aspecto.
De forma similar, sin tener la potencia de otros modelos (los 8GB de RAM no dejan mucho margen de maniobra en este aspecto) la nueva generación de procesadores Kabylake permiten trabajar con soltura en prácticamente todos los escenarios e incluso su gráfica integrada (Intel HD 615) permite ejecutar algunos juegos (Age of Empires HD, Need for Speed Most Wanted) a valores aceptables.
Menos aplausos en cambio debemos concederle a este equipo al analizar su autonomía. La batalla por el portátil más delgado del mundo, se ha cebado con la autonomía de los portátiles tope de gama de muchas marcas y este Acer Swift S7 tampoco es una excepción. Si bien sobre el papel la marca taiwanesa promete una autonomía de unas 7 horas, lo cierto es que un trabajo moderado (navegación web, ofimática, reproducción de algún vídeo) y con valores de iluminación máxima, no podemos esperar más cinco horas en el mejor de los casos.
Por último destacar que como muchos otros fabricantes, Acer se ha sumado a la “moda” de incluir únicamente USB tipo C. En este caso nos encontramos con dos puertos situados en el lado derecho del teclado. Es importante señalar a este respecto que pese a que son tipo C, únicamente podremos utilizar uno para realizar la carga del equipo y que tampoco son compatibles con el protocolo Thunderboldt, por lo que no esperamos encontrar plena compatibilidad nativa en según qué periféricos, como puede ser el caso de los nuevos monitores con conexiones USB tipo C.
Conclusiones
Acer Swift S7 371 es un estupendo ultrabook de 800-900 euros que en cambio se comercializa por 1300. Es decir, ofrece muchos de esos elementos premium que le podrían llevar a competir en las grandes ligas, pero inexplicablemente acaba fallando en aspectos básicos como la ausencia de pantalla táctil, marcos demasiado gruesos o en el teclado.
Es justo reconocer el esfuerzo que ha hecho la marca taiwanesa por ofrecer un equipo sumamente elegante y bien construido y del sin duda se puede presumir en cualquier empresa. Y sin embargo, por el rango de precios en el que se posiciona este Acer esperábamos más. Marcas como HP, Dell o Lenovo posicionan en este rango de precios equipos que pese a que son menos delgados, son más completos.
¿Quiere decir que es un mal equipo? Ni mucho menos. Estamos seguros de que casi todos los usuarios que se hagan con este Acer Swift S7 disfrutarán de la experiencia…pero ya se sabe, las comparaciones son odiosas. ¿Mi recomendación? Si te gusta, espera unos meses a que baje de precio.