¿Contradición? ¿Efecto de un factor sobre el otro? La verdad es que hemos de decir que todas las formulaciones que puedan estar realizando los lectores van a derrumbarse si os decimos que el primer punto –la confianza de los consumidores– ha subido en marzo de 2016… y la caída del ahorro de los hogares españoles se ha producido en 2016. Sea como fuere, son dos aspectos a tener muy en cuenta a la hora de contextualizar la buena –o mala– marcha de cualquier negocio y por ello se los presentamos.
Respecto al punto uno, este ha crecido 4,6 en relación al mes anterior. En enero y febrero los españoles ‘perdieron’ confianza en la economía española según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Los ciudadanos han dado una buena puntuación a la situación económica general, que ha crecido hasta llegar a 8,1 puntos, la de los hogares (4,4) y la del empleo (5,4).
En términos interanuales, las cifras de marzo ofrecen información “muy favorable”. Hay buenas expectativas y el CIS observa un “notable aumento” en las expectativas de consumo de bienes duraderos y las de ahorro.
El otro factor del que os hablábamos al comienzo está vinculado íntimamente con eso mismo, con el ahorro de los hogares. Este ha bajado medio punto en 2016, llegando al 7,7%, lo que supone el dato más bajo desde el año 2007. El Instituto Nacional de Estadística destaca que esto se ha producido a pesar de que la renta disponible el año pasado llegó a aumentar un 2,5%. Sin embargo, lo que han podido ir reservando se ha visto reducido por un aumento importante del consumo, más de un 3%.
El sector presenta una capacidad de financiación de 21.024 millones de euros frente a los 27.182 millones de 2015. La economía española acumuló una capacidad de financiación del 2% del PIB. Otro apunte es que en el último trimestre del pasado ejercicio esta tasa de ahorro de hogares españoles e instituciones sin fines de lucro alcanzó el 11,8% de su renta disponible. Esta es la más baja registrada entre octubre y diciembre desde 2012 (entonces apenas llegó el 11,7%).