La llegada de Office 365 confirmó la apuesta de Microsoft por una transición del modelo tradicional de software como producto a software como servicio, una realidad que también han adoptado con Windows 10, aunque a un nivel inferior ya que dicho sistema operativo no funciona bajo un modelo de suscripción.
Este cambio ha generado dudas, ya que sabemos que Office 365 es un servicio basado en el pago de una suscripción periódica (hay diferentes opciones) pero a simple vista no se aprecian claramente sus ventajas, un tema que vamos a tratar en este artículo.
¿Qué ventajas aporta Office 365?
La primera y también la más clara deriva de su concepto de solución en la nube. Office 365 nos permite acceder a la conocida suite de ofimática desde cualquier rincón del mundo y desde cualquier dispositivo, e incluye además las actualizaciones periódicas que se vayan liberando sin que esto suponga ningún tipo de coste.
También podremos compartir documentos y trabajar de forma con nuestros compañeros de forma simultánea sobre un mismo archivo (edición colaborativa). Esto facilita y potencia el trabajo en equipo.
Otra ventaja es la flexibilidad. Office 365 para empresas se ofrece en diferentes planes con precios que parten desde los 8,80 euros por usuario al mes, un servicio básico que incluye 1 TB de almacenamiento en la nube de Microsoft (OneDrive) y que nos ayuda a simplificar la gestión y el almacenamiento de nuestros documentos.
Esos planes incluyen otros servicios en sus versiones más avanzadas como Skype, direcciones de correo empresarial y Microsoft Teams, una solución que está pensada para facilitar y simplificar el trabajo en equipo.
Office 365 mantiene todas las aplicaciones básicas y todas las claves que conocemos de la versión tradicional, pero las potencia con nuevos servicios, con el valor que añade la computación en la nube y con un enfoque personalizado que puede adaptarse tanto a las pymes más pequeñas como a las más grandes.
