Una sociedad comanditaria simple, o sociedad en comandita simple, es una sociedad de carácter personalista, en la que conviven socios colectivos que aportan trabajo y, que pueden aportar o no, capital junto a a los socios comanditarios. Estos únicamente aportan capital, y se dedican a la explotación del objeto social en nombre colectivo. Los socios colectivos tienen responsabilidad ilimitada. Los socios comanditarios tienen la responsabilidad limitada a su aportación. No existe un capital mínimo legal y la fiscalidad se rige por el Impuesto de Sociedades.
Principales características
La sociedad comanditaria simple es una especie de comunidad de trabajo en la que participan dos tipos de socios, asumiendo en función del tipo de socio de que se trate y de la aportación realizada, la responsabilidad de la sociedad comanditaria simple. Como característica adicional podría mencionarse la consideración, en cierta medida y siempre con las diferencias notables que tiene respecto a este tipo de sociedades, que la sociedad comanditaria simple es una sociedad de carácter personalista, ya que existe un claro control y personificación de los socios colectivos en la sociedad.
Coexistencia de dos tipos de socios
Como hemos nombrado en la introducción, existen dos diferentes tipos de socios en las sociedades comanditarias simples. Los socios colectivos responden personal e ilimitadamente de las deudas contraídas por la sociedad bajo el principio general de la responsabilidad patrimonial universal según el Artículo 1911 del Código Civil. Esto es, con todos sus bienes, tanto los presentes como los futuros. Asimismo, este tipo de socios deberán asumir, con carácter preceptivo, la gestión y la administración de la propia sociedad. Por el contrario, los socios comanditarios se limitarán a efectuar la aportación que corresponda al capital social bajo una responsabilidad de carácter limitado frente a las deudas sociales. Sin embargo, frente a los socios colectivos, los comanditarios no asumirán, en ningún caso, acto alguno de administración de la sociedad en comandita.
Carácter personalista
La constitución de la sociedad en comandita se lleva a cabo “intuitu personae”. Esto significa que se forma teniendo en cuenta las circunstancias tanto personales como patrimoniales de sus socios. En el caso de los socios colectivos, el carácter personalista esta sociedad se manifiesta de forma similar al de la compañía colectiva regulada en el artículo 125 del Código de Comercio y sucesivos. Por lo tanto, sin el previo consentimiento de los demás integrantes de la sociedad, ningún socio colectivo podrá transmitir a un tercero ajeno a la compañía el interés que en la misma ostente, ni tampoco sustituirlo en su lugar con el fin de que efectúe las funciones que le son inherentes en la administración social.
Derechos y obligaciones de los socios
Los derechos de los socios comanditarios quedan reducidos en lo que a la participación en la vida social respecta, a tomar parte en la adopción de aquellos acuerdos que afecten a la propia sociedad y excedan por tanto del ámbito de la mera administración. Esto sucede cuando suponen la modificación del contrato constitutivo, aunque nada prevé en este sentido el Código de Comercio, pero así ha sido señalado por la doctrina.
En esta dirección, el artículo 212 del Reglamento del Registro Mercantil asegura que salvo pacto en contrario, para la modificación del contrato social se necesitará el consentimiento de todos los socios colectivos. Respecto a los socios comanditarios, se estará a lo dispuesto en el contrato social.
El artículo 210 del Reglamento del Registro Mercantil establece la previsión, en la inscripción de la sociedad comanditaria, del régimen de adopción de los acuerdos sociales, sin cuyo requisito se denegará la inscripción; régimen que deberá contemplar la concurrencia de los socios comanditarios a la adopción de al menos los acuerdos que les afecten.
Además, en el caso de que la sociedad termine disuelta, les corresponde participar en las ganancias y en la cuota de liquidación pactada.
Los socios colectivos, por su parte, participan en la administración en la forma pactada y, si no se ha pactado, en forma mancomunada, así como en la adopción de los acuerdos sociales, pues son los gestores naturales de la compañía. Está establecido que en cualquier momento pueden recabar información sobre el estado de las cuentas.
Su participación en las ganancias y cuota de liquidación, es la misma prevista para los socios comanditarios, con la salvedad de que los socios industriales, si los hubiere, participarán en la clase del socio capitalista de menor participación.
En lo que a las obligaciones respecta, este tipo de socios no podrán ejercer actividades que determinen competencia a la sociedad, pues en las que no tengan género de comercio determinado, no podrán sus individuos hacer operaciones por cuenta propia. Al menos, en los casos en los que no haya consentimiento de la sociedad, la cual no podrá negarlo sin acreditar que de ello le resulta un perjuicio efectivo y manifiesto.
Denominación social subjetiva
La sociedad comanditaria simple, que no deja de ser una sociedad mercantil, debido a la actividad que realiza en el tráfico jurídico, consta de una razón social subjetiva. Estará formada por todos los nombres de sus socios colectivos, de algunos de ellos o de uno sólo debiendo ir seguida en estos dos últimos casos, por las palabras “y Compañía”. Por el contrario, en el supuesto de optarse por el nombre de todos los socios colectivos, la denominación irá acompañada de las palabras “S. en C.” o “S. com.”
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