Según cuentan en Merca2, lo ocurrido con Uber en su reciente salida a Bolsa ha alterado un poco los planes de la compañía de movilidad para hacer lo propio en el parqué español. Y es que, el pasado mes de mayo, Uber se estrenaba en Walll Street con un jarro de agua fría: dos horas después de la apertura de mercado, la startup marcaba ya un 6,7% menos de lo fijado en un inicio, dando una capitalización de 82.000 millones de dólares, una cantidad muy por debajo de lo esperado.
A este «batacazo» inesperado se le suma otra noticia ocurrida recientemente: el freno de la IPO de Wework, compañía de oficinas de alquiler para el coworking, debido a que los asesores de banca de inversión redujeran considerablemente sus estimaciones sobre el precio, que había sido inflado por su principal accionista, SoftBank.
Tras esta operación, el consejero delegado de Capital Group, indicó que los días de gloria en las altas valoraciones empresariales se acercaban a su final. Y es que, 2019, ha sido un año prolífico en ofertas públicas de ventas de acciones correspondientes a firmas tecnológicas de alto perfil, muchas de las cuales han caído en picado tras su debut bursátil.
Volviendo a Cabify, parece que su objetivo de salir a Bolsa el año que viene sigue en pie, después de varios retrasos. Sin embargo, según ha confirmado su presidente en Europa, Mariano Silveyra, presidente Cabify en Europa, «Tienen que cumplirse muchas más cosas, aunque vamos bien encaminados», reconociendo que las empresas mencionadas anteriormente han recibido “un castigo brutal” tras su debut. “Es algo público, no se sabe cuándo va a haber rentabilidad”.
Silveyra se desmarca todo lo que puede de estas compañías y cree sus usuarios son más fieles con ellos que con sus competidores. «Algo estaremos haciendo bien», indicó.
Asimismo, según indican en Merca2, el ejecutivo evitó poner una fecha exacta para el debut en Bolsa como también aclarar si la decisión final la tomarían en función del beneficio y la rentabilidad o si tendrán más peso otros factores.
