La identidad del usuario se ha mantenido como uno de los problemas más importantes en Internet, una realidad que el concepto de Self-Sovereign Identity («Identidad Soberana») quiere resolver de una vez por todas.
No es un tema baladí. El uso de redes sociales, la creciente actividad digital que llevan a cabo todos los usuarios y el peso de las compras y de la realización de negocios a través de Internet ha potenciado sobremanera el peso de la identidad digital, un hecho que unido a los riesgos de seguridad asociados al robo y a la suplantación de identidad ha dado forma a un escenario en el que la Self-Sovereign Identity cobra más sentido que nunca.
Según la empresa Validated ID, especializada en tecnología de identidad digital, la Self-Sovereign Identity tiene un punto de partida similar al que hemos visto con el Blockchain, ya que ambos se apoyan en un sistema de información descentralizados, en el que los datos se registran de manera única y se distribuyen en toda la red mediante un mecanismo de consenso para validarlos sin ninguna autoridad centralizada o federada.
Bajo el concepto de «Identidad Soberana» se podría asegurar al usuario la posibilidad de recuperar la «propiedad» de sus datos y de su identidad; así como controlar quién tiene acceso a cualquier información específica, qué parte de su información se comparte, y cancelar los accesos en cualquier momento de forma directa, todo a través de las bases establecidas por un sistema interoperable y descentralizado que permitiría al usuario autogestionar su propia identidad disfrutando en todo momento de un alto nivel de privacidad.
Iván Basart, CTO de Validated ID, ha comentado:
«El hecho de que una identidad esté descentralizada supone un gran cambio del modelo actual, en el que el usuario tenía muy poco control sobre su propia identidad. En el nuevo concepto, el ciudadano es soberano de su identidad y decide sobre qué información quiere compartir y con quién, pudiendo asociar infinidad de atributos que podrán consumir diferentes organizaciones públicas y privadas. Blockchain está diseñada para favorecer este tipo de entornos y hoy en día su utilización es imprescindible. Hemos visto iniciativas públicas que se están consolidando, como la Asociación Internacional Europea de Aplicaciones de Blockchain de Confianza (INATBA) recientemente lanzadas».
Las propias instituciones públicas están invirtiendo en Pruebas de Conceptos (PoC) para mostrar el valor real de las soluciones Self-Sovereign Identity de cara a facilitar los procesos digitales, que representan un coste cada vez más importante pero son fundamentales para mantener una relación óptima entre los ciudadanos y las administraciones públicas
