Es algo bastante más frecuente de lo que podamos pensar. El estrés en el trabajo y concretamente en el colectivo de los autónomos. El 63 % de los hombres y un 69 % de las mujeres que trabajan por cuenta propia sufre de estrés según se desprende del estudio “¿Cuál es el índice de vida saludable de los autónomos en España?” elaborado por la aseguradora DKV y la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
Según el estudio, elaborado a través de correo electrónico a 935 autónomos, son las mujeres de entre 35 y 44 años las que sufren cotas de estrés más altas, con un porcentaje que se eleva por encima de la media y que alcanza al 90 % de mujeres en esta franja, mientras que los hombres de esta misma edad registran un 70 %.
En el caso de las mujeres que sufren estrés, el porcentaje desciende según sube la franja de edad, ya que entre 45 y 54 años la cifra se reduce al 54 %, mientras que entre 55 y 64 años es del 47 %.
Factores de estrés
El colaborador de DKV en la elaboración del estudio y asesor estratégico de Lambda Soluciones de Gestión, el doctor Ángel Garijo ha asegurado que los altos niveles que sufren las mujeres autónomas en la franja de edad que comprende los 35 y los 44 años se debe a que “existe una incertidumbre económica“, unida a una preocupación “por la conciliación entre el trabajo y la vida personal».
Para Garijo los autónomos sufren estos “altos índices de estrés” debido a factores relativos a “cómo hacer el trabajo“, “las prisas” para entregar los encargos y “la conciliación laboral y personal“, que “afectan al autónomo y a su salud”.
El estudio, que analiza nueve indicadores de salud (sueño, actividad física, alimentación saludable, bienestar emocional, masa corporal, colesterol, glucosa, presión arterial y consumo de tabaco), y con ello establece un Índice de Vida Saludable (ivs) que en el caso de los autónomos se sitúa en 658 puntos sobre mil, un 6,5 sobre diez, mientras que las autónomas alcanzan una nota de 708 sobre mil, un 7,05 sobre diez; según Garijo “las mujeres tienen mejor salud que los hombres, en concreto unos porcentajes del 5 %” superior al de los hombres.
El índice de vida saludable
El estudio refleja que la mayoría de los autónomos realizan algún tipo de actividad física (76%), siendo las mujeres las que hacen más ejercicio que los hombres a lo largo de su vida.
Ellas prefieren realizar actividades físicas moderadas, pero de forma constante y con mayor frecuencia que los hombres (63% frente a 49%), que optan por un ritmo más intenso (25% frente a 18%).
En cuanto a la dieta, se observan mejores hábitos en las mujeres, especialmente entre 45 y 54 años, ya que ellas consumen ligeramente más fruta (el 61% consume dos o más piezas al día, mientras lo hace el 55% de hombres) y bastante más verduras (el 47% consume dos o más raciones al día, frente al 22% en hombres).
Ellos, aunque mantienen una dieta de calidad inferior a las mujeres, presentan una importante mejora con la edad, pasando del 17% que consumían dos o más piezas al día entre los 18 y 24 años, a más del 60% a partir de los 55 años, así como de pescado, pasando del 50% que consumía al menos una ración diaria entre los 18 y 24 años, a más de 80% a partir de los 55 años.
El estudio destaca que los autónomos también tienen indicadores positivos como que un 82 % tiene una buena calidad de sueño o que el 76 % realiza algún tipo de actividad física.
Otro dato que preocupa a los autores del informe es el porcentaje de hombres autónomos que tiene problemas con el sobrepeso (un 46 %) o con la obesidad (un 24 %), mientras que en las mujeres estos factores son menores, ya que un 31 % sufre sobrepeso y un 9,4 % obesidad.
Para el presidente de ATA, Lorenzo Amor, estos datos rebaten el “mito” de que el autónomo “está hecho de otra sangre” y ha dicho que es importante atender a estos indicadores de salud.
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