A pesar del escenario de fusiones planteado, la banca tradicional sigue estando señalada. Esta vez por la baja rentabilidad de las diferentes entidades. Los últimos datos del Banco de España sobre estadísticas de supervisión muestran un descenso del rendimiento de la banca hasta llegar a valores negativos. Los propios bancos, que han dado a conocer sus cifras de los últimos nueves meses (BBVA, Caixabank y Banco Sabadell) han confirmado que el principal problema del sector es el deterioro de la rentabilidad.
Los usuarios de las entidades financieras son los más perjudicados. En mitad de una pandemia mundial, y en un contexto de crisis económica, no están encontrando una respuesta resolutiva por parte de los bancos. Además, la transparencia es un factor que sigue poniéndose en tela de juicio, ya que, según datos del Banco Central, las entidades tradicionales podrán aumentar el valor de las comisiones hasta un 9 %, ya sea por mantenimiento de cuenta, posesión de tarjetas u otros servicios.
Esta situación afecta directamente a empresas y autónomos, que ya están contra las cuerdas ante la imposibilidad de retomar la actividad de sus negocios. Según un estudio de Qonto sobre la Radiografía de la relación entre pymes, startups y neobancos, más de un 10 % de los responsables de un negocio no saben bien los gastos bancarios que tienen de forma anual. Añadido a esto, se destaca que cerca del 70 % de las empresas con menos de 50 empleados, paga al mes 500 € en comisiones. Ante este paradigma, siete de cada 10 pymes y startups afirman que consideran cambiarse a un neobanco.
El nivel de confianza depositado en la banca tradicional tambalea por la incorporación de nuevos actores como las fintech. Así lo recoge un informe reciente de Moody’s, que prevé que los bancos se vean afectados a la hora de atraer y retener clientes. Los neobancos ofrecen una propuesta sólida, rápida, transparente y 100 % online; su ADN tecnológico les permite ir un paso por delante y a un ritmo paralelo a la evolución de las necesidades de los clientes.
“En Qonto somos conscientes de la situación de incertidumbre por la que están pasando las empresas y autónomos de España. La realidad es que los modelos de negocio están cambiando y, ante los últimos acontecimientos, nuestra prioridad es poder ofrecer a los clientes una solución de confianza, que les permita salir vencedores. Desde la compañía ponemos a disposición de los mismos tarjetas virtuales sin coste hasta final de año y un mes de servicio gratuito. Con el fin de aportar nuestro granito a la recuperación de su actividad y, sobre todo, para que no tengan un gasto añadido a final de mes”, afirma Carles Marcos i Guàrdia, Country Manager de Qonto en España. “Nuestra condición digital nos permite evolucionar e ir un paso por delante de sus necesidades, innovando cada día y estando preparados para acompañarlos durante el proceso de vuelta a la normalidad”.