Muchas personas que trabajan frente al ordenador durante horas sienten molestias visuales sin darle demasiada importancia: ojos secos, visión algo borrosa, dificultad para enfocar al final del día… Son señales sutiles, pero cada vez más frecuentes en entornos digitales.
Estas molestias suelen pasar desapercibidas porque se asumen como parte del trabajo. Pero en realidad pueden afectar a la concentración, el estado de ánimo e incluso al rendimiento general. Lo positivo es que cada vez más empresas están empezando a prestar atención a la salud visual de sus equipos.
Pequeños gestos que marcan la diferencia
Contar con buena iluminación, hacer pausas breves cada cierto tiempo o revisar si la graduación de tus gafas es la adecuada puede ayudar mucho. En algunos casos, los equipos de recursos humanos ya están implementando programas de salud visual, que incluyen revisiones ópticas y soluciones adaptadas al puesto de trabajo.
Si nunca has hablado de este tema con tu responsable, puede ser un buen momento. Hay herramientas sencillas que pueden servir como punto de partida para valorar cómo está vuestra empresa en este aspecto. Una de ellas es una checklist gratuita que permite identificar, en solo cinco minutos, si se están cuidando los elementos básicos para evitar la fatiga visual.
📋 Accede aquí a la checklist gratuita y, si lo consideras útil, compártela con tu equipo o persona responsable.
Cuidar la vista también es cuidar el trabajo
Hablar de salud visual no es solo una cuestión médica: también influye en cómo nos sentimos, en nuestra energía al final de la jornada y en la calidad del trabajo que realizamos. Por eso cada vez más empresas están incluyendo este tema dentro de sus políticas de bienestar y prevención.
No se trata de pedir nada extraordinario, sino de abrir una conversación sobre algo que afecta a muchas personas y que, con pequeños ajustes, puede mejorar mucho.
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