En diez semanas, exactamente el 14 de abril, Microsoft retirará el apoyo de soporte masivo a Windows XP, el sistema operativo con más éxito de la historia de los de Redmond. A partir de esta fecha Microsoft ofrecerá cuatro años más de soporte especial, y de pago, hasta el año 2013.
La paradoja de XP es que es un sistema operativo que está viviendo una segunda juventud gracias a los netbooks y será la primera vez que una empresa retira su apoyo integral a un producto que sigue siendo demandado por los usuarios.
Los netbooks, que ya se sabe representan una de las sorpresas más agradables del 2008 en cuanto a ventas y que prometen comportarse aún mejor en 2009, incluyen en su mayoría una copia de Windows XP, ya que Linux no está teniendo el éxito que se esperaba y Windows Vista es un auténtico «comedor de recursos» que no se ejecuta con soltura en la mayoría de los netbooks. Afortunadamente, no todo es negativo en esta retirada de soporte masivo para XP, ya que las actualizaciones de seguridad seguirán publicándose y estarán disponibles para todo el mundo.
Ya os informamos el otro día que, según un informe de Forrester Research, un 71% de las empresas aún utilizan Windows XP, mientras que Vista sólo ha sido adoptado por el 10% de las compañías en todo el mundo, empatando incluso con el 10% de Windows 2000.
Aunque en la misma encuesta se afirmaba que un tercio de las empresas planea migrar a Windows Vista, sobre todo por la finalización del soporte universal de XP para el 14 de abril, todo parece indicar que a XP le queda mucha vida y que al final la transición no será de XP a Vista, sino que directamente se pasará a Windows 7.
Las empresas podrán contratar el soporte extendido a Windows XP durante cuatro años más, pero qué duda cabe que el hecho de que lleguen a convivir tres generaciones de sistemas operativos distintas va a ser un quebradero de cabeza para la mayoría de los departamentos de sistemas.
Lo que tienen que tener claro los compradores de un netbook con XP es que, salvo que paguen por ello, no tendrán más soporte de este sistema operativo, exceptuando los parches de seguridad que puedan publicar periódicamente desde Microsoft.
Lo positivo de todo esto es que es un sistema tan probado y con tantos años en el mercado que la mayoría de los problemas han sido identificados y resueltos (hay hasta un Service Pack 3), por lo que no parece que haya muchas posibilidades de que encontrar alguno nuevo importante. Eso sí, estamos seguros de que metidos de lleno en el lanzamiento de Windows 7 (que al final parece tendrá una versión que podrá correr en netbooks), la gente de Microsoft no prestará demasiada atención a un sistema operativo en total retirada.