La mitad de las personas inscritas en las listas del INEM con el propósito conseguir su primer empleo tienen pocas o muy pocas opciones de encontrarlo. Esta es la cruda realidad que reflejan los datos proporcionados por el propio Ministerio de Trabajo.
Además, esta situación se empeora si se tiene en cuenta que ninguno de estos aspirantes a un primer empleo tiene opción alguna de beneficiarse de ninguno de los planes aprobados por el Gobierno para frenar el paro.
Para ejemplizar esta situación, tomemos los datos del mes de feberero. Tal y como refleja el propio INEM de los 280.334 demandantes que buscaban su primer empleo, 47.043 personas (16,78%) tenían muy pocas opciones de encontrar un trabajo y otras 93.285 (33,28%) pocas posibilidades. En cuanto al resto, 97.587 (34,91%) personas presentaban una ocupabilidad media y sólo 42.149 (15%) contaban con muchas opciones para entrar en el mercado laboral.
Desde el ámbito sindical, ya se ha alertado, por ejemplo, de que la posibilidad de utilizar la prestación por desempleo de los parados para bonificar al empresario que contrate a estos trabajadores no servirá de nada para aquellos que buscan su primer empleo al no tener derecho a prestación.
Por ello, han considerado esta medida discriminatoria, ya que fomentará que las compañías privilegien a los trabajadores que puedan aportar de prestaciones sociales frente a los que ya la han agotado y siguen sin empleo o quienes quieran entrar en el mercado laboral.
Por otro lado, desde una perspectiva general, hasta 1.352.163 personas, el equivalente al 39% de los más de 3,4 millones de desempleados inscritos en el INEM, tienen muy pocas posibilidades de encontrar un puesto de trabajo, mientras que para el 30% (678.511 parados) las probabilidades eran bajas. Esto significa que casi la mitad de los parados tiene difícil o muy difícil abandonar el desempleo.
