En un momento en el que los bancos han «cerrado el grifo» a la hora de financiar nuevos proyectos, los nuevos emprendedores necesitan encontrar vías alternativas para que su idea de negocio pueda convertirse en una realidad palpable.
Ayer os hablábamos del Bootstrapping o cómo empezar un proyecto prácticamente desde cero y hoy os queremos hablar de un movimiento que se mueve en otra dirección: el Crowdfunding o cómo convencer a miles de desconocidos que merece apostar por nuestra idea empresarial.
Crowdfunding es la transposición de términos como filantropía o donación a un entorno generalmente web. Dicho con otras palabras, se trata de que el emprendedor o artista sea capaz de lanzar su proyecto gracias a las donaciones de decenas, centenares o incluso miles de personas que creen firmemente en el mismo.
Como en casi todo, el origen de este movimiento tiene lugar en Estados Unidos, cuando en 1997 el grupo musical Marillion fue capaz de financiar toda su gira por territorio americano (unos 60.000 euros) gracias a las donaciones de miles de personas que realmente querían que ese grupo tocase en su ciudad.
Pero no sólo es un fenómeno que se da en Estados Unidos (donde quizás ahora la Wikipedia sea el máximo exponente de este movimiento), sino que también aquí en España existen decenas de proyectos que han podido salir adelante gracias al apoyo desinteresado de miles de personas.
El caso más significativo sea quizás el que representa la película «El Cosmonauta», un film de ciencia ficción que se financió exclusivamente utilizando el crowdfunding, y se ofrece en Internet bajo licencias Creative Commons. Para la realización de la película sus creadores animaron a los internautas a financiar su obra con algo tan nimio como dos euros. Como recompensa, todos los «inversores» verían recompensado su esfuerzo económico apareciendo en los títulos de crédito.
Internet y redes sociales
Si bien un sistema de donaciones más o menos formales funcionaba bien en el pasado, hoy en día no es posible entender el fenómeno del crowdfunding si antes no entendemos como funciona Internet y las redes sociales. Debido al hecho que normalmente un proyecto de estas carcacterísticas se financia gracias a pequeñas aportaciones, resulta vital para su viabilidad tener la mayor visibilidad posible.
En el caso de «El Cosmonauta» sus creadores tuvieron en cuenta desde el primer momento que sin la Red nunca iban a poder dar forma a su proyecto. En este sentido, crearon una web en la que explicaban qué es lo que querían hacer, pusieron a disposición de todos los internautas el guión de la película, los storyboards, etc. y los acompañaron de un blog en el que explicaban paso a paso qué es lo que estaban haciendo en cada momento con el dinero que iban recaudando.
En cuanto a su presencia en redes sociales, apostaron por Flickr y Vimeo, dos espacios que quizás son más apropiados para atraer a los apasionados de la fotografía, el cine y las artes visuales.
Sin embargo, es cierto que quizás no todos pueden tener tanto poder de convocatoria como los chicos de «El cosmonauta». ¿Significa esto que los demás están destinados a quedarse fuera de este movimiento? Gracias a agregadores de proyectos crowdfunding como Kickstarter o la española lanzanos.com esto no tiene por qué ser así.
Todos los interesados en colaborar en un proyecto de estas características puede entrar en alguno de estos dos servicios y descubrir cuáles son los proyectos que esperan ser financiados de forma desinteresada. Películas, libros, comics, desarrollos de software… cualquiera puede elegir el proyecto con el que se sienta más identificado y aportar su pequeño grano de arena para que algún día sea una realidad.
