Mañana el Gobierno de Mariano Rajoy afronta la segunda huelga general de su legislatura. Cuando han pasado menos de ocho meses tras la convocatoria de la primera, los sindicatos se preparan para volver a tomar las calles e intentar paralizar la actividad económica del país.
Como muchos han reconocido, la pasada huelga general del 29 de marzo, tuvo una incidencia mayor que la del 29 de septiembre de 2010, una convocatoria que a muchos les pareció que se hacía porque «tocaba». En este caso la huelga de mañana, sin conocer por supuesto los datos de participación, se augura que sea «más caliente» a tenor de los acontecimientos de los últimos meses.
Y es que parece que la reacción de los dos grandes partidos políticos para intentar frenar el drama del deshaucio, llega tarde. No sólo porque han tenido tiempo de sobre para afrontar la situación, sino porque en los meses que separan ambas convocatorias de huelga, se han producido una serie de acontecimientos que seguramente se verán reflejados en la manifestación de mañana.
- Movimiento Toma el Congreso como medida de protesta por la política económica y social del Gobierno.
- Aprobación de los Presupuestos Generales del Estados 2013, calificados por el propio Gobierno como los más «austeros» de la democracia.
- Disminución de las prestaciones por desempleo.
- Aprobación de la subida del IVA hasta el 21%
- Supresión de la paga extra de Navidad a los funcionarios
- Copago sanitario, implantación del euro por receta y drástica reducción de los fondos destinados a la Ley de Dependencia.
- Limitación al acceso a la paga de 426 euros para los parados de larga duración que no tienen ningún tipo de ingresos.
- Aprobación de la amnistía fiscal para los defraudadores a Hacienda.
- Retraso sine die de la famosa Ley de Emprendedores.
- Aprobación de una reforma laboral que de momento no ha hecho sino empeorar los datos del paro.