El informe, que supone la tercera parte del Índice de Gobierno Documental de RICOH 2012, desarrollado en nombre de RICOH por Coleman Parkes Research, revela que hasta un 82% de los trabajadores en Europa afirma que la forma en que trabajan está obsoleta y que eso les impide ser tan efectivos y eficientes como podrían llegar a ser.
Sólo un 1% de los empleados mostró su satisfacción por el uso de herramientas de colaboración, y un 4% afirmó que la mejor forma para mejorar los procesos en los que trabajan es invertir en la última tecnología. El estudio también revela una notable diferencia entre la percepción entre el nivel ejecutivo y la realidad que experimentan los empleados en su trabajo. Más del 90% de los directivos y ejecutivos de nivel C encuestados mencionaron que recopilan regularmente las opiniones y comentarios de sus empleados y que ofrecen formación sobre nuevo hardware y software implantado en sus organizaciones.
Por otro lado, sólo el 77% de los empleados afirmó que sus reacciones se tenían en cuenta antes y después del despliegue de una nueva tecnología, y un 76% reconoció haber recibido información.Tal y como ha señalado Carsten Bruhn, Vicepresidente Ejecutivo de RICOH Europe:
«Los líderes empresariales están familiarizados con la necesidad de contar con un proceso de gestión del cambio cuando introducen una nueva forma de trabajar, pero parece que en muchas compañías europeas este proceso, simplemente, no se produce. El resultado es que los empleados se sienten excluidos de las decisiones que afectan a su forma de trabajar, y que las organizaciones corren el riesgo de que las nuevas inversiones no ofrezcan todo su potencial».
