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Jueves, 25 Abril 2024

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Cinco problemas comunes que duelen a las startups y cómo solucionarlos

Cinco problemas comunes que duelen a las startups y cómo solucionarlos

Todo nuevo emprendedor se enfrenta al fracaso. A pesar de toda la ilusión, las startups que empiezan tienen un alto nivel de riesgo, ya que en esta fase inicial las probabilidades de fracaso son mucho mayores. De hecho, solo 1 de cada 10 de estas nuevas empresas en España supera los tres años de vida, tal y como señalan datos de Spain Startup. Según Startupxplore, la mayor comunidad online que conecta a startups e inversores, los sectores con una mayor tasa de mortalidad son el e-commerce, el del gaming y las startups vinculadas a los viajes y al turismo.

Son muchas las causas que llevan a la desaparición de esas nuevas empresas: saturación, elevada competencia del mercado y desconocimiento del cliente son algunos de esos problemas, a los que además se une la complejidad especial en estos sectores para conseguir financiación o la dificultad para diferenciarse. Teniendo esto en cuenta, a continuación explicamos cinco problemas comunes que duelen a las startups y cómo pueden ser solucionados de la mano de la experiencia de usuario, el diseño y la tecnología.

1. El producto no contempla al cliente

Muchas veces una gran idea de negocio no termina de ser adoptada por su público objetivo, no porque sea mala, sino porque la aproximación no ha sido la adecuada. Pensar en el consumidor o usuario desde el principio es fundamental; las startups deben integrar metodologías de experiencia de usuario o UX en el desarrollo de sus productos o servicios, crear prototipos y realizar iteraciones hasta estar seguros de que lo que se está desarrollando está orientado a las necesidades reales del mercado.

2. La imagen de marca no es buena

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Efectivamente si no estás en la web, no existes; pero más importante aún es, que lo que estés proyectando en ella esté alineado al tipo de empresa que quieres ser. Muchas de las startups con las que me ha tocado trabajar, dejan al último la imagen de su marca, careciendo de un buen logotipo, página web, o diseño visual de su producto. Una presencia consistente, agradable y alineada a la personalidad de la empresa es vital para el buen posicionamiento y aceptación en el mercado objetivo. Además, un buen diseño visual genera confianza en los usuarios ayudando a acelerar las ventas.

3. El equipo no es multidiciplinario

El activo más importante de cualquier negocio es siempre su personal. Al inicio muchas startups cometen el error de estar conformadas sólo por determinado perfil, todos ingenieros o todos abogados, lo que vicia la perspectiva y cierra el espacio al debate y la innovación. Aquellos que conforman una startup deben ser objeto de mejora constante y poseer un amplio abanico de habilidades y personalidades que enriquezcan al proyecto.

Para mantener a un equipo de trabajo activo y a la vanguardia, es posible apoyarse en el uso de herramientas digitales que permitan la capacitación constante y que incentiven la colaboración entre la diversidad de perfiles, esto detonará la creatividad que da como resultado mejores productos y servicios en el mercado.

4. Carecen de herramientas para la gestión

Algunas startups se preocupan únicamente por vender su producto sin contemplar la operación, lo que eventualmente les traerá deficiencias en la entrega de su propuesta de valor. Una de las grandes ventajas que la tecnología ofrece a los pequeños negocios es la capacidad de democratizar el uso de plataformas para mejorar y hacer más eficiente la gestión de sus procesos.

Existen en el mercado un sin número de herramientas tecnológicas de bajo costo que pueden apoyar a la administración y comunicación, tanto para el equipo como para los clientes, no dejes de aprovecharlas y sumarte a la era digital.

5. Su alcance es corto

Muchas startups no explotan todo el potencial de su producto o servicio debido a que no expanden su rango de alcance. Las distancias que antes podían limitar a una pequeña empresa, hoy en día han quedado atrás; lo que se vende localmente puede distribuirse también en otras ciudades e incluso países. De la mano de la tecnología y gracias el internet, el mundo se ha hecho más chico y las pequeñas empresas tienen la posibilidad de ser globales.

Es importante considerar esto desde el planteamiento del modelo de negocio y su visión. ¿Qué tanto puedo crecer? ¿Qué plataformas digitales podrían ayudarme? El uso correcto de las redes sociales o la puesta en marcha de una tienda en línea, pueden hacer una gran diferencia.

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