La industria fintech suma y sigue. La Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) continúa incorporando nuevos actores al ecosistema y estrena un nuevo vertical, que agrupa a Neobancos, Challenger Banks y Bancos como Servicio (BaaS). ¿En qué se diferencian? Lo vemos a continuación.
Challenger Banks
Disponen de licencia bancaria y, por tanto, son regulados por la misma normativa que la banca tradicional y proporcionan las mismas garantías. Sin embargo, otorgan a los clientes una serie de notables ventajas respecto a la banca tradicional: sus servicios son más económicos ya que sus costes productivos son menores, su modelo de negocio resulta más simple para los clientes y parte de las ganancias se reinvierten en mejorar la “experiencia del cliente”.
Se basan en la transparencia y por medio del uso del Big Data, intentan ofrecer servicios predictivos de forma personalizada, haciéndolos más atractivos, ágiles e inmediatos para el consumidor. Entre los más destacados encontramos a Atom Bank o BNEXT.
Los Bancos como Servicio (BaaS)
Poseen licencia bancaria y además poder ofrecer servicios financieros a clientes bajo el modelo de marca blanca, actúan de plataforma financiera para otras Fintech, arrendándoles su infraestructura para que puedan ofertar sus servicios. Fidor o Loot entrarían de lleno en esta categoría.
Neobancos
No requieren licencia bancaria y desarrollan su software sobre la infraestructura de un banco tradicional o BaaS que sí cuentan con la licencia correspondiente.
Estos custodian el dinero y ofrecen las garantías legales a los clientes, mientras que el neobanco se centra en ofrecer una experiencia de cliente sencilla e intuitiva, empleando para ello canales digitales, con un importante foco en el móvil. Simple, por ejemplo, sería uno de los casos más destacados.
