Unas 100.000 empresas se han visto obligadas a echar el cierre durante el último año como consecuencia de la crisis económica. Así lo aseguró ayer Jesús Bárcenas, presidente de Cepyme, quien incidió en el hecho de que se percibe «un progresivo deterioro» en la actividad de las pymes.
«No vemos brotes verdes por ninguna parte en las pymes y los autónomos», apuntó Bárcenas, al vaticinar un otoño «complejo» para las empresas en términos de cese de actividad y desempleo.
Bárcenas aseguró ayer en el acto de presentación del informe sobre la actividad económica de las pymes durante el último año, que desde su organización «No vemos brotes verdes por ninguna parte en las pymes y los autónomos», y es que mayo de 2008 y mayo de 2009, 1.227.000 trabajadores han dejado de cotizar a la seguridad social.
En cuanto a las causas por las que se cierran empresas, Bárcenas resaltó el «considerable» aumento de la morosidad de las administraciones públicas y de otras empresas, las dificultades de liquidez y la «atonía» de la demanda. Además, señaló que sólo el 20% de los cerca de 40.000 millones de euros puestos a disposición del Instituto de Crédito Oficial (ICO) se han consumido en los seis primeros meses del año.
Otros problemas son el aumento de la desinversión residencial, las caídas del consumo y de la tasa de ahorro de las familias, así como el endeudamiento público, que «compromete al Estado durante años». Por ello, el presidente de Cepyme reclamó mejoras en la financiación de las empresas, el seguimiento de las medidas adoptadas, el control del déficit público, la unidad de mercado, la formación de los trabajadores, el acceso energético y el fomento de la Sociedad del Conocimiento.