El presidente de Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, ha asegurado que los empresarios no quieren un «abaratamiento del despido«, sino que reclaman al Gobierno una reforma del mercado de trabajo que contemple la creación de «contratos nuevos«.
Ferrán sale así al paso de las numerosas críticas que desde diferentes sectores se han vertido sobre las declaraciones del gobernador del Banco de España y las del presidente de CEIM, reclamando un despido más barato para luchar contra la crisis.
Díaz Ferrán insistió en la preocupación de los empresarios por la destrucción «imparable» de empleo en los próximos meses, y aseguró que se llegará a los 4 millones de parados este año. En este sentido, planteó que lo que proponen los empresarios es crear «un contrato nuevo y distinto para añadir a los que ya hay y en el que el empresario se pueda decidir a contratar a través de él».
En este sentido, el presidente de la CEOE, aseguró que lo que lo empresarios van a plantear en una reforma del mercado laboral «que contemple mejorar el absentismo laboral, que en España es muy alto, y mejore el contrato de trabajo a tiempo parcial, que es obsoleto».
De la misma forma, criticó que los empresarios españoles pagan unas cuotas a la Seguridad Social «mucho más altas que el resto de los países europeos». A este respecto, destacó que está demostrado que los países con cotas más altas de pago a la Seguridad Social son los que tienen más paro. «España tiene el doble de paro que el resto de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)», indicó.
En palabras de Díaz Ferrán su nueva propuesta laboral podría supner que los trabajadores que actualmente cuentan con contratos temporales y con una indemnización por despido de 8 días por año trabajado podrían pasar a un contrato indefinido con 20 días de indemnización.
«Por tanto, un contrato para pagar más por el despido no para pagar menos», incidió Díaz Ferrán, que abogó por tener relaciones laborales con los trabajadores «del mismo tenor que en el resto de países con los que hay que competir». «Mientras ello no exista, se continuará destruyendo empleo», advirtió.