El Sincrotrón Alba es la mayor infraestructura tecnológica y científica de nuestro país. Inaugurado ayer en Cerdanyola del Vallés (Barcelona) por José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla, está llamado a revolucionar el I+D español.
Para Zapatero, el Sincrotrón deja «atrás páginas de historia» en las que se vivía de espaldas a la ciencia y afianza su posición en «la primera división». Alrededor de la instalación «se generará una importante concentración de institutos de investigación públicos y privados».
El Sincrotrón, con un gasto de 201 millones de euros desde 2003, produce una luz un billón de veces más potente que las fuentes de rayos X, que permite observar fenómenos microscópicos con gran precisión. El acelerador permitirá «la investigación más avanzada en el estudio de las estructuras biológicas y las proteínas, el análisis de virus y bacterias o la creación de fármacos».
Las siete líneas de luz del Sincrotrón aprobadas persiguen una especialización en los segmentos de materiales, física, química y biología, con el objetivo de no coincidir con las aplicaciones de otros aceleradores instalados en Europa, especialmente con el ubicado en Grenoble, la principal competencia en el sur de Europa. Actualmente, existen 49 instalaciones de luz sincrotrón en el mundo comparables con la española ubicada en Cerdanyola del Vallés (Barcelona), de las cuales 16 se encuentran en Europa.
El acelerador iniciará su explotación comercial el año próximo al 28% de su capacidad total, que se sitúa en las 33 líneas de luz. Las siete líneas de luz citadas podrían ampliarse a nueve, aunque las dos últimas aún no tienen asignación presupuestaria (alrededor de seis millones por línea), señalaron ayer portavoces de la instalación. El presupuesto público hasta 2022 se situará en los 400 millones, lo que implicará que más de 1.000 investigadores y profesionales de alto nivel trabajarán en el parque del Alba, que incluirá servicios para las empresas que utilicen el Sincrotrón.