Pasamos una media de cuarenta horas a la semana sentados en nuestro puesto de trabajo. Si tenemos en cuenta además que la mayoría de nosotros dormimos una media de siete horas al día, en realidad pasamos más tiempo sentados que durmiendo. Y eso no es nada bueno. De hecho, el sedentarismo nos está matando.
Podríamos decir que exageramos, que en realidad no hay nada que vincule el sedentarismo excesivo con nuestro estado de salud. Pero sería mentira. De hecho según la mayoría de los médicos, permanecer sentados frente a nuestro ordenador durante tantas horas, es la actividad más peligrosa a la que nos enfrentamos cada día.
¿Los datos? La inactividad física que se deriva del sedentarismo duplica el riesgo de padecer diabetes, problemas cardiacos e incluso algunos tipos de cáncer como el de colon o mama. Un estudio reciente elaborado durante los últimos tres años y en el que participaron 200.000 personas concluyó que permanecer sentados más de 11 horas al día (y sí, no son pocos los abonados a esta práctica) puede aumentar hasta un 40% el riesgo de muerte al compararlo con las personas que permanecen sentadas cuatro horas o menos.
Y de hecho las personas que permanecen sentadas la mayor parte de su jornada laboral tienen el doble de posibilidades de sufrir un ataque al corazón que aquellas que tienen trabajos que les obligan a mantenerse activas. Y lo que es más: las personas que permanecen sentadas la mayor parte del día tienen las mismas posibilidades de sufrir un ataque al corazón que los fumadores más empedernidos. ¿La conclusión más preocupante? Cada hora que permanecemos sentados, recortamos nuestra vida en dos horas.
Por supuesto llevar una dieta sana y sobre todo preocuparnos por nuestra actividad física, va a ayudarnos a mitigar parte de los efectos que se derivan de un modo de vida sedentario. Pero además de ejercicio hay algunas «recetas» que podemos poner en práctica dentro de nuestra rutina laboral.
Cómo pasar menos tiempo sentado
1. Establece alarmas que te obliguen a levantarte cada 20 minutos o como máximo, cada media hora. Cada vez que suene la alarma da un pequeño paseo por la oficina y si te es posible, estírate.
2. Tus reuniones pasan a ser de pie. De esta forma además de los beneficios para tu salud, conseguirás que sean cortas y que todos los participantes vayan al grano. Conseguirás que se trate lo principal y evitarás que te convoquen para un buen número de reuniones que no conducen a nada.
3. Organiza reuniones para pasear. Una de las costumbres de Steve Jobs era dar un paseo con su interlocutor, en vez de mantenerlo tras una mesa. Pasear no sólo es bueno para la salud, sino que nos permite aclarar la mente y en realidad nos convierte en personas más creativas y productivas gracias en parte por que nuestra sangre se oxigena más.
4. Invierte algo de dinero en un stand desk. Los stand desks son puestos de trabajo que nos permiten realizar nuestro trabajo de pie, ofreciendo una mesa en la que normalmente podemos apoyar nuestro portátil, teléfono y poco más. Aunque la mayoría no son precisamente baratos, son una gran opción para trabajar a tramos durante nuestra jornada laboral.
En este artículo de Lifehacker podéis consultar algunos de los mejores standing desks del mercado.
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