Utilizar el móvil mientras caminamos se ha convertido en una peligrosa costumbre en muchos países. Tanto que desgraciadamente son algo más que anécdotas los casos de personas que han sido atropelladas por saltarse un semáforo en rojo al ser incapaces de despegarse de su pantalla, o que incluso, han caído dentro de alcantarillas, obras en construcción y otros elementos que suelen «adornar» el paisaje urbano.
Para proteger al resto de la población de los adictos a su smartphone, hace meses que os contamos que un país como Corea del Sur había desplegado toda una señalética vial con la que intentar concienciar a estos usuarios de lo importante que es mirar siempre al frente cuando se camina por el vía pública y que incluso, había llegado a habilitar en determinados tramos «carriles» de peatones para aquellos que aún así no fuesen capaces de despegarse de las cinco o seis pulgadas de su terminal.
En Europa por supuesto no somos inmunes a esta realidad. Y para combatirla, la ciudad holandesa de Bodegraven ha empezado a instalar semáforos directamente sobre la acera, de modo que incluso los adictos al móvil más recalcitrantes puedan percibir si les está permitido cruzar la calle o si por su propia seguridad, deberían esperar a que el rojo de advertencia de paso a un mucho más seguro verde.
La nueva red de semáforos ha sido puesta en marcha por la empresa HIG Traffic Systems que no sólo espera que de esta forma se reduzca drásticamente el número de incidentes relacionados con la seguridad vial de los peatones de Bodegraven, sino que confía que pronto otras ciudades llamen a su puerta.
Como nunca llueve al gusto de todos, la Dutch Traffic Safety Association (principal asociación de seguridad vial del país) considera que esta medida incentiva el uso del smartphone en la vía pública cuando en realidad, resulta más necesario concienciar a la población para que guarden el teléfono cuando caminan. ¿Qué os parece a vosotros?