Nuestro país ocupa el puesto 118 –de un total de 159 países– en lo que respecta a libertad del mercado laboral. Así se desprende de un informe realizado por el Instituto de Estudios Económicos (IEEE) a partir de un estudio del Instituo Fraser realizado en 2016. IEE apunta que España suspende de manera clamorosa –“suspende con toda claridad”. ¿El motivo? Una excesiva regulación en el mercado de trabajo que debería someterse a mejoras y reformas para una mayor flexibilización que favorecería tanto a contratantes –empresas y compañías– como a potenciales contratados –profesionales.
La libertad de los mercados laborales se analiza en base a una serie de indicadores muy precisos. Por un lado están las normas de contratación y despido. También se tienen en cuenta las regulaciones de las horas de trabajo, la existencia de un salario mínimo, las indemnizaciones por despido y el grado de centralización de la negociación colectiva. Todo ello se tiene muy en cuenta para poder valorar convenientemente si estamos ante un mercado de trabajo que se ha optimizado convenientemente o no.
Los mercados laborales con menos regulación son los de Hong Kong y Estados Unidos. Estos ocupan el primer y el segundo puesto respectivamente en la clasificación de mercados laborales libres. La Unión Europea es el espacio con mayor regulación de las relaciones laborales. Reino Unido ocupa el puesto 16 y la República Checa el 19. Por encima del número 100, lo que indica una regulación aún mayor, están estados como Alemania, Francia y Austria.
Respecto a la situación existente en España, nuestro país apenas se ve superado por Finlandia y Grecia. Estos ocupan los lugares 119 y 143 respectivamente.
Como apuntábamos anteriormente, la libertad en este campo se valora en función a una serie de factores muy claros. Es clave la contratación, las normas existentes al respecto y en cuanto al despido, cómo se producen y qué indemnización reciben los trabajadores.