Hace unos días saltó a los medios de comunicación de medio mundo la decisión de Amazon de dejar de dar soporte a los contenidos de Wikileaks, expulsando a la organización dirigida por Julian Assange de su plataforma on-line.
Curiosamente, esto no ha impedido a la empresa dirigida por Jeff Bezos editar un libro electrónico con los cables diplomáticos filtrados por Wikileaks, empaquetando todo el contenido liberado por la organización para el popular lector de libros electrónicos Kindle. ¿Una doble vara de medir?
En contra de las acusaciones, la compañía negó que dejara de alojar el sitio de filtraciones web debido a las presiones políticas de Estados Unidos. Alegó que el problema fue que WikiLeaks rompió las condiciones del servicio por no poseer los derechos sobre los documentos.
Según los resposables de Amazon, WikiLeaks no cumplía con las condiciones establecidas en el contrato, en el que se especificaba que «el uso del contenido que se suministra no violará la política de contenidos y no causará daños a ninguna persona o entidad».
En este sentido, Amazon explicó que «los documentos que se publicaban desde WikiLeaks no eran de autoría propia» y, por ello dejaron de alojar este sitio en la web. Sin embargo, los argumentos de Amazon chocan con un producto que se puede encontrar en su tienda de libros electrónicos. Amazon vende los cables de WikiLeaks en su página web y disponible para descarga para el dispositivo portátil ‘Kindle’.
No menos llamativo es que los documentos se pueden pagar o bien con tarjeta Visa o Mastercard, después de que estas mismas compañías hayan negado todo tipo de servicios a la plataforma WikiLeaks.