Ya no hay vuelta atrás, El Congreso de los Diputados dará hoy el visto bueno definitivo a la reforma de las pensiones. La nueva Ley incorpora 40 enmiendas presentadas por los grupos de la oposición, pero mantiene sus dos puntos básicos y más criticados por los colectivos sociales: retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años, y ampliación del periodo de cómputo, que pasa de 15 a 25 años.
Los socialistas y los nacionalistas catalanes suman una mayoría absoluta en el Congreso que garantiza que el texto no incluya ninguna enmienda no deseada por el Gobierno. En frente, tendrán los votos de PP, ERC, IU, ICV y BNG, que reafirmarán su rechazo a la norma, mientras que el PNV todavía no ha fijado su posición definitiva sobre el texto.
A cambio de su apoyo, CiU ha conseguido que el Gobierno traspase a las comunidades los edificios propiedad de la Seguridad Social dedicados a asistencia sanitaria pero que eran gestionados por las administraciones autonómicas. En el caso de Cataluña, afectaría a 150 edificios dedicados a asistencia sanitaria.
En cualquier caso, los elementos principales de la norma, que responden al acuerdo suscrito entre el Gobierno y los agentes sociales el pasado mes de febrero, no entrarán efectivamente en vigor hasta 2013, momento a partir del cual se dará un horizonte de 15 años para elevar progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años, de modo que los cambios se completarían en 2027.
El Gobierno calcula que un 40% de los trabajadores se jubile con 67 años, otro 40% a los 65 años y que el 20% restante lo haga a edades inferiores, al desarrollar ocupaciones penosas o por ser discapacitados.
La norma reconoce un periodo de cinco años de cotización a las madres que hayan interrumpido su carrera laboral por el cuidado de los hijos. Asimismo, se fija un calendario para la integración de las empeladas del hogar en el Régimen General de la Seguridad Social.
