Los españoles son los únicos trabajadores europeos, junto con los británicos, que han perdido poder adquisitivo tras registrar un incremento salarial del 1,7% en 2010, una décima por debajo de la subida del IPC registrado en el mes de agosto del presente año, según un informe elaborado por Merce.
De cara al próximo año, este mismo informe estima que la subida salarial media de los españoles en 2011 será «ligeramente más alta a la registrada este año», con un incremento medio del 2%, frente al crecimiento del 4,6% registrados en 2006 y 2007.
Según explicó el socio de Mercer, Rafael Barrilero, la evolución de los incrementos salariales españoles se guía por el comportamiento de la inflación del año anterior, lo que convierte a España «en un país atípico por exceso o por defecto en las revisiones salariales».
De este modo, el incremento salarial en España en 2010, ha sido el más bajo de Europa, junto a Portugal, compensando los «excesos» de los años 2008 y 2009. En este sentido, el socio de la consultora apuntó que si en 2008 se hubiesen contenido los sueldos, «se hubieran evitado muchos despidos, en un país más preocupado por la productividad que por el empleo».
Por actividad, los incrementos salariales más importantes se registraron en el área financiera, comercial, desarrollo de negocio y marketing, en un intento de las compañías de potenciar las actividades más castigadas por la crisis.
Asimismo, Barrilero destacó el descenso del gasto en salarios en puestos de dirección, no por un retroceso de las nóminas, sino por la salida de puestos altos en las compañías, con un mayor número de retribuciones y beneficios.
Por contra, ha disminuido la congelación salarial, pasando de ser una opción para el 21% de las empresas en 2009, a una salida para el 9% de las compañías en 2010.
En cuanto a los beneficios ofrecidos a los trabajadores, éstos también se han visto reducidos en 2010, así como otros elementos de compensación a los altos cargos, debido a la reducción de posiciones directivas.
De este modo, el número de empresas que ofrecen servicios de seguro de vida y de accidentes se reduce al 80%, el seguro de salud, al 65%; y de planes de jubilación, al 56%.