Siete de cada diez chicos de entre 16 y 29 años se manifiestan más a favor de conseguir un empleo en una empresa que de poner en marcha su propio negocio. Así lo refleja el estudio ‘Jóvenes y empleo, desde su propia mirada’ llevado a cabo por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). De hecho, la cifra va más hacia el 80%, pues el dato total es que el 73,6% de los jóvenes no se plantean emprender una actividad por cuenta propia.
Los principales motivos para decantarse más por una opción que por otra son el encontrar mayor estabilidad y seguridad o el hecho de tener un sueldo fijo, uno de los principales atractivos. Los horarios fijos y la protección de la cobertura social son otro de los alicientes de estos muchachos que consideran el trabajo por cuenta ajena como opción única (50%) o de quienes lo tienen como una vía preferente (23,8%).
Respecto a aquellos que prefieren emprender, ven los ‘pros’ en el hecho de tener mayor independencia y autonomía, el elegir dónde y cuándo trabajar. Esto opinan el 11,5% de los encuestados, un total de 2.013 personas que han participado en las entrevistas para poder tener más información acerca de las necesidades y las expectativas relacionadas con el mercado laboral de la juventud española.
Aquellos más favorables a abrir el abanico y que contemplan tanto un camino como otro tienen estudios superiores y un porcentaje mayor de estos estaría dispuesto a convertirse en autónomos. Sea como fuere, un 53% no se ha planteado realmente el tener su negocio, mientras que casi el 24% lo ha pensado pero dice no interesarle. El 21% tiene su propia empresa, está en proceso de tenerla o se lo anda pensando.
Los pros de ser emprendedor se citaban anteriormente pero, ¿y los contras? Los entrevistados destacan la dificultad para acceder a financiación, seguido de los impuestos y tasas o de los muchos trámites para ponerse en marcha.