Periodistas, abogados, ingenieros e informáticos, docentes y especialistas en obras y reformas, son ejemplos claros de profesionales que, ante la escasez de puestos de trabajo por cuenta ajena existentes en el mercado laboral, están optando por prestar sus servicios como autónomos. Es decir, trabajando desde casa, pateándose las calles y tocando a todas las puertas para conseguir clientes. Personas que demuestran que en plena crisis es posible dar el paso y convertirse en autónomos.
Esta opción está siendo cada vez más secundada ante el aumento del paro y muchos desempleados ya están optando por la vía del autoempleo. Pero, para conseguir “vivir” de tu propia actividad, hay que tener en cuenta una serie de consejos y recomendaciones que en Muy Pymes queremos recoger.
Se trata de una especie de guía útil para trabajar como autónomos de la que seguramente sacarán alguna que otra lección interesante. ¿Comenzamos?
En primer lugar, has de optimizar tu red de contactos. Se trata de tener una buena base de datos de empresas que puedan estar interesadas en tu trabajo o a las que puedas aportar algo.
Además, intenta mantener a clientes que hayas tenido aportándoles cosas nuevas que puedan interesarles. Si haces un buen trabajo será más fácil que cuenten contigo para futuras ocasiones.
Tanto para conocer a posibles nuevos clientes como a colaboradores con los que poder poner en marcha proyectos comunes es interesante y 100% recomendable la asistencia a foros, encuentros, congresos y todo tipo de eventos profesionales en los que probablemente nos llevemos más de una tarjeta en la cartera y más de un posible futuro cliente.
Pero para la fase de “ataque” que hemos citado (agenda en mano y tocando a todas las puertas) hay que tener preparado una especie de “book profesional”, tanto en sentido literal como figurado, según nuestra actividad.
Es decir, hay que crear un porfolio, una carpeta actualizada con tus mejores trabajos para enseñar a las empresas. Así podrán conocer tu estilo y forma de trabajar y será más fácil que te contraten.
Ese portafolio deberá reflejar las tendencias de actualidad en el sector en el que queremos operar. Es decir, hay que estar al tanto de la actualidad y nunca dejar de trabajar, aunque sea solo para seguir manteniendo vivo ese “book”. Sí. hay que saber qué aspectos demandan las empresas y qué pueden necesitar no sólo en el corto plazo, si no también dentro de algún tiempo.
La formación continua está íntimamente ligada con el punto anterior. Debemos seguir formándonos y aprendiendo todo lo que se pueda y de los temas más variados para estar siempre a la última. Esto puede significar el éxito. La renovación es fundamental.
Un aspecto clave es aprender a valorar el precio de tu trabajo. Cuánto vale el producto-servicio que prestas teniendo en cuenta tanto tu formación como experiencia. Tu know-how es fundamental, un tesoro, y el primero que debe valorarlo eres tú. Debes estar informado del precio de mercado de tu trabajo para tener un precio competitivo. Puede ser igual de negativo que tengas un precio excesivo como que sea demasiado bajo ya que puede dar la impresión de que no eres profesional.
Todos los pasos enunciados exigen cierta organización del tiempo. Si no, veremos cómo los días pasan sin que nosotros avancemos en nuestra carrera y objetivos profesionales. Por ello, ¡organiza tu tiempo! No tener un horario de oficina no significa que trabajes cuando quieras, debes tener unos tiempos para trabajar e intentar crear una dinámica adecuada.
Finalmente, ¡No desesperes! Habrá momentos de menor trabajo pero debes mantener la calma y seguir buscando posibles clientes. Sobre todo al principio puede costar encontrar clientes pero si trabajas con constancia lograrás introducirte en el mercado.
