Salir cinco minutos a la calle y fumarse un cigarrito. Esta costumbre tan arraigada en miles de empresas del viejo continente podría tener los días contados en Alemania. La patronal de las pymes del país bávaro asegura que esas pausas le cuestan mucho dinero a las empresas y que resulta mucho más razonable seguir el modelo sueco, en el que solo se permite fumar a la hora del almuerzo.
«Las pausas para fumar cuestan a las empresas dinero contante y sonante, y alteran el desarrollo del trabajo», denuncia el presidente de la Confederación Alemana de Pymes, Mario Ohoven, en unas declaraciones que publica hoy el rotativo Bild.
En parecidos términos se expresa en el mismo diario la presidenta de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (UMW), Ursula Frerichs, quien reclama «la abolición de las pausas para los fumadores», ya que ello supone también una discriminación frente a los que no lo son.