El 90% de las incidencias que tienen lugar en relación al alquiler de inmuebles en nuestro país está directamente relacionado con el hecho de no haberse firmado garantía alguna. La Asociación para el Fomento del Alquiler (Arrenta) apunta que el arbitraje y los seguros de impagos son garantías a la hora de arrendar una vivienda u oficina y señalan que están en auge. Cada vez más operadores apuestan por suscribir algún servicio de este tipo para protegerse de inquilinos potencialmente morosos.
La asociación señala que a día de hoy estas herramientas se han generalizado y han penetrado de manera importante entre propietarios, residentes y las agencias inmobiliarias. Estas últimas, por obvia especialización y profesionalidad de su actividad, son las más conciencias en relación a este tema. En opinión de Arrenta, opciones como la garantía del alquiler y los seguros de impagos permiten alcanzar un sueño muy anhelado en este sector: “el alquilar sin riesgo”. Hoy en día, la mayoría de los titulares de propiedades afirma que no alquilaría jamás sin recurrir a estos servicios.
La Asociación para el Fomento del Alquiler destaca que con estas garantías los conflictos son mínimos y, en caso de producirse, se solucionan en apenas unos días. Los seguros de impago y el arbitraje son complementarios, por lo que además se puede conseguir una cobertura plena con la máxima competitiva económica.
Arrenta afirma que, teniendo en cuenta la información que se conoce en estos momentos, alquilar sin garantía es algo “auténticamente irresponsable”. El riesgo de sufrir incidencias es my alto. Los problemas que tienen a día de hoy el sector del arrendamiento afectan en más del 90% a contratos que no tienen ningún tipo de garantía.
Las dos garantías que se han impuesto en el mercado son los seguros de impago y el arbitraje. El arbitraje acorta considerablemente los tiempos medios de resolución de conflictos a mínimos de dos meses, según las estadísticas de Arrenta. Por su parte, los seguros de impago eliminan completamente la siniestralidad y competitividad. La complementariedad entre los dos servicios se debe a que el seguro, por una parte, cubre el pago de las rentas mientras se logra la posesión del inmueble, pues el propietario recibe puntualmente el valor de las mensualidades. El arbitraje agiliza el desahucio, permitiendo contratar una cobertura del seguro más baja, entre seis a nueves meses de rentas, en lugar de un año, por lo que abarata la prima, El resultado es la cobertura total al precio más competitivo, estacan desde Arrenta.
