Los viajeros españoles presentaron 3.200 reclamaciones en el mes de junio y la primera quincena de julio, lo que supone un incremento del 22 por ciento respecto al año pasado debido en parte a la crisis y en parte a que el consumidor ya no está dispuesto a perder dinero.
Según indican desde la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI), quien contrata un viaje o un paquete vacacional no quiere pagar más de lo necesario y «que no sea relacionado con lo que ha contratado».
Este aumento de las reclamaciones motiva a FUCI, según su presidenta, Agustina Laguna «a crear una guía de vacaciones para los consumidores para refrescar el conocimiento de los consumidores en servicios turísticos». «Siempre es conveniente que en época vacacional no descuidemos la exigencia de nuestros derechos«, recomienda Laguna, puesto que «las quejas», dentro del sector turístico, pertenecen «preferentemente al sector del transporte», con un 58 por ciento del total.
«El transporte aéreo tiene un nivel de satisfacción muy bajo por parte de los pasajeros, porque sigue abundando en exceso el ‘over-booking’, pérdida de maletas, vuelos que se cancelan y hay indemnizaciones que no se cubren en la cuantía que la norma fija», explicaron desde FUCI.
Para la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes, la principal recomendación que hacen a todos los pasajeros en la Guía es «tener muy presente las obligaciones y deberes de los sectores que forman parte del turismo en nuestro país» y que «en cada momento reivindiquen esos derechos», explicó
«El contrato debe exigirse que se cumpla en todos los términos», argumentó Laguna. En este sentido, desde FUCI recuerdan que «algunas veces la indemnización que proponen las compañías está por debajo del derecho del consumidor». «No es lo mismo que un vuelo se retrase dos horas, que tres, que cinco», ejemplificó.
