El conocido social media marketing o «marketing social» es suficientemente nuevo como para que las empresas que se adentran en la aventura de apostar por facebook, twitter o otras redes sociales tengan que andar con «pies de plomo» para poder rentabilizar su inversión.
Nadie sabe exactamente cómo funciona, ni dónde se encuentra con seguridad la llave del éxito. Sin embargo, después de un par de años de prueba y error, sabemos cuáles son algunas de las prácticas o errores que no debemos cometer.
El social media marketing ha obligado a muchos profesionales del sector a replantearse la forma tradicional en la que desarrollado su carrera. No es exagerado afirmar que ha supuesto un cambio de paradigma, y no sólo en la forma en la que «vendemos nuestros productos» sino también en la forma en la que nos comunicamos con nuestros usuarios, clientes, etc. A pesar de su juventud, se ha convertido en una tendencia imparable en Estados Unidos, capaz de remover las creeencias más firmes sobre las que se asentaba la publicidad tradicional.
Como en tantas otras cosas en España la evolución del social marketing es mucho más tímida y contenida. Por un lado, muchas empresas desconfían de su efectividad. Por otro, no son tantos los profesionales que saben exprimir el potencial de las redes sociales para vender un producto. Sin embargo poco a poco, empresas de todos los tamaños (también micropymes e incluso autónomos) están empezando a hacer sus pinitos en Facebook o Twitter. Prueban, triunfan, fracasan, prueban otra vez, triunfan… etc. Para todos ellos, y para las empresas que quieren dar el paso pero que no acaban por decidirse, os ofrecemos algunas prácticas que debemos evitar.
Evita la controversia
Muchos piensan que para destacar en el «vasto océano» del social marketing y las redes sociales hay que crear controversia, resultar polémicos y sobre todo dar mucho que hablar. De los tres elementos anteriores, nuestra opinión es que conviene evitar los dos primeros (controversia y polémica) y apostar por el tercero. Es verdad que tanto la controversia y como la polémica pueden regalarnos nuestros 15 minutos de fama pero también lo es que esta actitud puede volverse en nuestra contra.
Al ser polémicos corremos el riesgo de «herir sensibilidades» y provocar casi sin querer una avalancha de comentarios negativos hacia nosotros o nuestro producto. Comentarios que por otro lado seguramente se posicionen en los buscadores en una excelente posición.
Evita criticar a tu competencia
El carácter social y aparentemente amigable y abierto de las redes sociales y los blogs puede llevarnos a escribir «más de la cuenta». En este sentido, uno de los errores que nunca podemos cometer es el de criticar los productos, los servicios o la imagen de nuestra competencia. No importa si objetivamente nuestro producto es mejor. Al criticar al otro en realidad estamos generando un sentimiento de simpatía hacia el «agredido» y de profunda antipatía hacia el que «agrede», o sea nosotros.
Evita la publicidad exagerada
Cuando trabajamos en social media marketing tenemos en cuenta de que antes de anunciar lo que tenemos que hacer es comunicar. Un blog, una red social, un agregador de noticias, etc. no es una valla publicitaria en la que pegar nuestro anuncio o nuestra mejor oferta.
Esa estrategia no funciona en la web 2.0. No funcionará no sólo en medios que poseemos (por ejemplo en nuestro blog corporativo) sino que sobre todo, no funcionará si lo hacemos en otros medios. El autobombo en las redes, blogs, webs etc. de los demás es percibido como un ataque a una comunidad, una intrusión. Podemos (debemos) comentar, pero siempre aportando valor.
Evita ser light
Crear tu propia Fanpage en Facebook, tu perfil en Twitter, tu canal en Youtube… todo eso está muy bien, si crees de verdad en su utilidad. Si simplemente lo hacemos porque es «donde se supone que tenemos que estar» entonces la utilidad de nuestras acciones de marketing en estos canales será prácticamente nula: podemos ahorrarnos el dinero y el esfuerzo. Antes de invertir asegúrate de puedes hacerlo, de que sabes cómo hacerlo, y de que tienes un gancho que puede funcionar.
Evita los experimentos
Por muy novatos que seamos en marketing social, debemos seguir el viejo dicho de «los experimentos mejor con gaseosa». Con esto no queremos decir que no haya que innovar (de hecho hay que hacerlo) sino que no podemos lanzarnos al marketing social «a ciegas» sin un estudio serio de lo que funciona, de como está trabajando nuestra competencia, analizando casos de éxito, etc. No se trata sólo de estar, sino de hacerlo bien.
No muerdas la mano que te da de comer
Facebook, Twitter, Youtube… son servicios estupendos que podemos (debemos) utilizar para realizar nuestras campañas y acciones de marketing. No obstante, antes de «lanzarnos al ruedo» debemos leernos cuáles son las condiciones de su servicio, que podemos hacer y que otras prácticas pueden suponer que nos suspendan nuestra cuenta. En este sentido no estaría mal echar almenos un vistazo a las condiciones de uso del servicio, esos eternos documentos que generalmente nadie lee.
No te olvides de tu visibilidad
Cuando entramos en el marketin social tenemos que tener en cuenta que si hacemos las cosas medianamente bien, la imagen de nuestra marca va a ser sobreexpuesta a una gran audiencia que va a opinar, criticar y valorar nuestros productos. Tanto positiva como negativamente nuestra imagen va a ser literalmente bombardeada con una marea de comentarios que no vamos a poder (ni debemos) controlar. ¿Estamos preparados para aceptar las críticas, por malas que sean?
