La Comisión Europea exigió ayer a los comercios que no rechacen los billetes de 200 y 500 euros, condenando una práctica que sigue un amplio porcentaje de los pequeños y medianos comercios de la UE.
La Comisión recordó a los comercios que están obligados a aceptar todos los pagos con billetes y monedas de euros, y que sólo podrán rechazar billetes de 200 y 500 euros en casos particulares, cuando de den razones relacionadas con el principio de buena fe.
«El principio de la aceptación de los pagos en efectivo en los comercios forma parte de los derechos de los consumidores», dijo el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, en un comunicado.En una recomendación sobre el curso legal de los billetes y monedas en euros, el Ejecutivo comunitario deja claro además que los comercios no pueden imponer ninguna tasa suplementaria por el pago en efectivo.
El rechazo de billetes de alta denominación sólo será posible caso por caso, si está justificado por razones relacionadas con el principio de buena fe, según destacó la Comisión. Por ejemplo, si el valor del billete es desproporcionado en relación a la cantidad que se debe al beneficiario del pago. Por ello, los comercios no pueden poner un cartel que anuncie que no aceptan billetes de 200 y 500 euros.
Ello sería una «prueba clara» de la naturaleza permanente del rechazo, que no estará basado en motivos de buena fe, según Bruselas. El Ejecutivo comunitario destaca que aquellos países que, como Finlandia, han suprimido las monedas de 1 y 2 céntimos y han redondeado los precios en torno a los 5 céntimos siguen estando obligados a aceptar estas monedas de menor denominación.
Finalmente, Bruselas dice que no debe prohibirse la destrucción de pequeñas cantidades de billetes o monedas a cargo de particulares, ni la mutilación de billetes con fines artísticos. Además, los Estados miembros deberán adoptar las medidas necesarias para evitar que las piezas de colección en euros se usen como medio de pago