Los ministros de Vivienda de la Unión Europea se comprometieron ayer con la Declaración de Toledo a aplicar estrategias de regeneración urbana integrada para lograr «un desarrollo urbano, más inteligente, sostenible y socialmente inclusivo en Europa».
El documento recoge el compromiso común para poner en práctica los principios de desarrollo urbano reconocidos en Leipzig y en Marsella sobre la ecoeficiencia, la cohesión social, la calidad de vida, o la modernización del parque de viviendas.
Con el fin de hacer realidad un modelo de ciudad «más inteligente, más sostenible y socialmente inclusiva«, los ministros apuestan por «aplicar estrategias de desarrollo urbano integrado» y apoyan «el reconocimiento de la importancia de la renovación y rehabilitación del parque de viviendas existente desde diferentes perspectivas».
Los titulares de Vivienda de los países miembros se comprometen en esta línea a «prestar especial atención a los barrios menos favorecidos dentro del contexto global de la ciudad», así como a «asegurar la calidad de vida de los ciudadanos y su bienestar en todas las comunidades y barrios de la ciudad», fomentando además la participación ciudadana.
Además, los ministros recordaron en el documento «la recomendación de reflexionar y tener en cuenta el cambio climático tal y como se expresa en la propio estrategia Europa 2020 y en la Declaración de Marsella». Por ello, consideraron la «idoneidad» del reciclaje urbano y del planteamiento urbano «compacto», como estrategia para minimizar el consumo de suelo.