Sony no quiere perder la batalla de la movilidad y para luchar con el MacBook Air de Apple o el Samsung Serie 9, acaba de presentar su Vaio Z, un ultraportátil de diseño que viene acompañado con un Dock adicional en caso de que necesitemos más potencia. Analizamos un equipo fantástico penalizado por un precio no apto para cardiacos.
De impresionante podemos calificar la nueva propuesta de Sony para el sector estrella de los ordenadores portátiles, comenzando por su chasis de fibra de carbono de la misma calidad que el utilizado en la F1 según el fabricante, capaz de añadir flexibilidad y durabilidad sin aumentar el peso ya que el VAIO Z supera por poco el kilogramo de peso lo que le aporta movilidad extrema. Sobre el diseño, las imágenes hablan por sí solas: conservador por sus líneas rectas pero elegantísimo para nuestro gusto.
Su pantalla está a la altura. Nada nuevo conociendo la calidad en este apartado que puede ofrecer una de las grandes compañías mundiales en fabricación de monitores y televisores. Tiene un tamaño algo inusual en el segmento de 13,1 pulgadas con una gran resolución nativa de 1600 x 900 píxeles.
Esto en la equipación base ya que opcionalmente Sony presume al ofrecer una resolución FullHD, al alcance de pocos fabricantes en este tamaño de pantalla. La retroiluminación LED y las tecnologías de mejora de imagen de la firma se unen a la fiesta.
En su interior, el VAIO Z ofrece la potencia que podríamos pedir a este tipo de portátiles sin olvidar garantizar una buena autonomía. Para ello emplea microprocesadores Sandy Bridge de Intel de ultrabajo voltaje con el Core i5-2410 en la equipación base y varios modelos más opcionales hasta un Core i7-2620m con frecuencia de hasta 3,4 GHz.
La cantidad de memoria RAM base ofrecida es de 4 Gbytes ampliable a 8 Gbytes en formato DDR3-SDRAM-1333. Para almacenamiento Sony prescinde de discos duros utilizando doble unidad de estado sólido en modo RAID 0 para completar 128, 256 y 512 Gbytes de capacidad de almacenamiento.
Una de las pocas ‘peguillas’ del equipo es la no incorporación (ni de forma opcional) de una gráfica dedicada, conformándose con la HD 3000 de Intel incluida en el procesador. En todo caso este equipo no está destinado a juegos y la GMA debería ser suficiente. Además, como luego veremos, Sony ofrece una Radeon dedicada de AMD en un dock station que viene de serie con el equipo.
En cuanto a conectividad el VAIO Z anda sobrado con Gigabit Ethernet LAN, Wi-Fi 802.11b/g/n y Bluetooth 2.1 + ADR, más Wireless Display 2.0 de Intel para transmisión inalámbrica de contenidos, salidas de vídeo analógicas VGA y digitales HDMI, salida de auriculares, puertos para conexión de periféricos USB 2.0 y lector de tarjetas de memoria Memory Stick PRO Duo y SD.
Una webcam de alta definición con sensor Exmor y sistema de sonido con soporte para Dolby Home Theater v4 completan la configuración principal. A destacar además el teclado completo retroiluminado, el Touch pad electrostático con funciones multitáctiles y los botones directos VAIO, WEB, y ASSIST.
El VAIO Z incluye de serie una batería intercambiable de 4.000 mAh para una autonomía entre siete y ocho horas dependiendo del nivel de brillo de la pantalla duplicada por una batería extendida que se ofrece en opción.
En cuanto a software Sony pre-instala sistema operativo Windows 7 de 64 bits ediciones Home Premium, Professional o Ultimate, original de la compañía como VAIO Care, Media Gallery, PMB-VAIO y Sony Imagination Studio Suite, junto a otros desarrollos de terceros como la suite de seguridad de Norton, Office 2010 Starter o el Acrobat Standard 9.0.
Junto al portátil en sí, Sony añade de serie una base Power Media conectada mediante tecnología Light Peak y que incluye una gráfica Radeon 6650M de AMD con 1 Gbyte de memoria dedicada, unidad óptica que puede ser grabadora DVD o combo Blu-ray y otra buena colección de salidas incluyendo USB 3.0 y HDMI.
El precio es lo que menos nos ha gustado del VAIO Z y por ello no logra un sobresaliente absoluto. El precio base que hay que pagar se eleva a 1.970 euros, caro a pesar de la inclusión del dock station (no sabemos si se venderá sin él en otros mercados). A partir de ahí, Sony ofrece distintas configuraciones hasta el tope de gama que cuesta la friolera de 4.700 dólares.
A cambio, lo citado, potencia notable (a pesar de la falta de una gráfica dedicada en el portátil), movilidad máxima gracias a su bajo peso y a la completa conectividad, buena batería y autonomía, diseño espectacular con chasis de carbono, pantalla de gran calidad habitual en Sony y una base adicional para cuando estemos en el escritorio que es la guinda para el VAIO Z.
