La multinacional Kimberly-Clark Professional ha puesto en marcha un programa global cuyo objetivo es fomentar las buenas prácticas de higiene en el puesto de trabajo y, de este modo, lograr la motivación de los empleados cuidando su bienestar y así para reducir el impacto de las “enfermedades típicas de oficina” como son la gripe, el resfriado y las infecciones del aparato digestivo y de tipo viral.
El proyecto, que se desarrolla simultáneamente en los cinco continentes, contempla tres ámbitos de actuación. El primero se orienta a identificar y explicar el problema. El segundo pone los medios, desarrollos de nuevos hábitos y uso de barreras que cortan la cadena transmisión de los gérmenes, para evitarlo. Finalmente, se contemplan diferentes acciones de comunicación y materiales divulgativos para crear una cultura saludable en el puesto de trabajo.
La implementación de este programa ofrece una serie de test que permiten identificar y mostrar a los trabajadores los “puntos de foco” en el lugar de trabajo, midiendo los niveles de “concentración de microorganismos” en su mayoría gérmenes y virus en diferentes lugares de la oficina: puertas, barandillas, fotocopiadoras, teclados, etc.
Los primeros resultados han demostrado que la puesta en marcha de buenas prácticas de higiene en la empresa permite reducir hasta en un 80 por ciento la probabilidad de infección por resfriado común y gripe. Asimismo, disminuyó de un 40 por ciento a un 8 por ciento, el número de personas que podrían ser contagiadas de gripe y se redujo en un 62 por ciento, el número de personas contaminadas con un virus de diferente tipo.