El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, ha afirmado que el Gobierno estudia un «pequeño, modesto y muy limitado» ajuste en el IRPF para el próximo año, aunque ha subrayado que de momento no hay ninguna decisión tomada.
E
Las declaraciones se producen después de que el pasado mes de mayo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya adelantara que el Ejecutivo no descartaba aumentar la fiscalidad a las rentas altas.
Ocaña ha incidido «con rotundidad» en que el Ejecutivo no considera ahora llevar a cabo grandes modificaciones impositivas y destacó que «no hay escondido en el cajón ningún cambio de gran calado».
El secretario de Estado ha admitido que sí se ha hablado de la posibilidad de que se produzca algún ajuste que garantice una cierta equidad y justicia en el reparto de los costes de la crisis y añadió, en este sentido, que hay muchas opciones sobre la mesa.
Ocaña ha emplazado al mes de septiembre para conocer el contenido de esas medidas que, ha insistido, no van a suponer ninguna modificación importante de la presión fiscal y ha añadido que tendrán carácter transitorio «para asegurarnos de que los costes del ajuste se reparten de una forma equitativa entre todos los españoles».
Sobre la posibilidad de poner en marcha una carga fiscal mayor para las rentas más altas, Ocaña ha señalado que no tiene que ser necesariamente mediante una nueva figura impositiva, sino que se puede hacer con impuestos ya existentes.
En este sentido, también ha hecho hincapié en que un eventual cambio se hará con «vocación de transitoriedad» para dar respuesta temporal a una situación económica complicada. En cualquier caso, ha reiterado que no hay ninguna decisión tomada y que son ideas «a las que llevamos dando vueltas desde hace bastante».
Ocaña también se ha refirido a la posibilidad de recuperar el Impuesto sobre Patrimonio y ha señalado que si se elevara el limite a partir del cual hay que pagar esta tasa «el impacto recaudatorio se reduciría más que proporcionalmente».