Los trabajadores asalariados y los pensionistas declaran a Hacienda una media de 7.200 euros anuales más que los pequeños y medianos empresarios, cifra que asciende a los 7.600 euros si se compara con los ingresos de los microempresarios, según ha denunciado Gestha.
En concreto, los asalariados y pensionistas declararon el pasado año uno media de 19.288 euros, lo que significa un 59,5% más que las pymes y los profesionales liberales (abogados, ingenieros…) que suelen reconocerse como «mileuristas».
Los microempresarios que declaran en módulos, los que facturan menos de 450.000 euros al año, también se situaron en zona ‘mileurista’, puesto que clarificaron 11.567 euros, lo que quiere decir que ganaron un 66% menos que los asalariados y pensionistas.
Según los técnicos de Hacienda, esta situación «hace saltar las alarmas», ya que «paradójicamente» parece más rentable ser trabajador por cuenta ajena y jubilado antes que notario, médico o microempresario.
«La explicación a este comportamiento tan dispar entre los ingresos declarados por trabajadores y empresarios reside en los altos niveles de fraude fiscal que viene arrastrando España en los últimos años», explicó Gestha en una nota, para recordar que en los últimos 15 años las diferencias entre el dinero declarado por estos colectivos se ha multiplicado por cinco.
En este sentido, alertó de que la Agencia Tributaria «está perdiendo la batalla» contra el fraude fiscal, por lo que propone como alternativa al recorte de salarios públicos y la congelación a las pensiones el endurecimiento de la lucha contra el fraude.
Los técnicos de Hacienda abogan por la elaborar estudios plurianuales de economía sumergida desagregados por territorios, sectores e impuestos, y propone la colaboración efectiva entre administraciones tributarias (estatal, autonómicas y locales), con la creación de una base de datos tributaria compartida entre ellas.
Del mismo modo, también apuesta por aumentar la responsabilidad de los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda con la creación de un Cuerpo Superior (CSTH) que autorice a los más de 8.000 técnicos a investigar las grandes bolsas de fraude.