El gasto público destinado a la protección social en España supuso en 2008 un 13,9% del PIB, más de cuatro puntos por debajo de la media europea situada en el 18,2%, según los datos recogidos en el Anuario de Eurostat.
A salud se destinó en nuestro país el 6,1%; a servicios públicos generales el 4,7% y a educación el 4,6% del Producto Interior Bruto. En todos estos capítulos, el gasto «español» es inferior a la media de la Unión Europea del 6,9%, 6,3% y 5,2% respectivamente.
En el conjunto de la UE, el gasto público en 2008 supuso el 46,8% del PIB y el grueso del mismo ha ido a parar a la protección social en todos los Estados miembros sin excepción, aunque el porcentaje oscila notablemente y varía del 9,4% de Estonia al 22,4% de Dinamarca, el 21,8% de Francia o el 21,5% de Suecia.
Los países con un mayor nivel de gasto público han sido Suecia (53%), Francia (52%) Dinamarca (51,8) y Bélgica (50%) y los que menos Eslovaquia, Luxemburgo, Bulgaria y Lituania, que han gastado entre el 34% y el 37% del PIB. En España ha sido del 41,1%.