El ministro de Fomento, José Blanco, ratificó ayer su intención de mantener la supresión de la desgravación fiscal por la compra de vivienda habitual para rentas superiores a 24.000 euros a partir de 2011.
Durante su intervención en la toma de posición de Beatriz Corredor como nueva secretaria de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas, el nuevo titular del ramo rechazó así una de las peticiones realizadas por los promotores y la patronal
Por contra, Blanco ofreció al sector de la promoción de viviendas un consenso para abordar la «pesada digestión» que supondrá acabar con el actual ‘stock’ de pisos sin vender, «uno de los principales retos del sector» y un «factor crítico» para «su reestructuración y recuperación».
En su primera intervención oficial como máximo responsable de Vivienda, Blanco aseguró que «España necesita un sector de la construcción potente, saneado y capaz de afrontar una parcela importante en el crecimiento y la economía».
«Pero lo que se ha venido a llamar el ‘sector del ladrillo’ debe de ser una industria de edificación competitiva, que transcurra por una senda de racionalidad, que se equilibre con la demanda real y que pase a destacar por su calidad en vez de por su cantidad», declaró el ministro. «Todos los sectores son importantes, nuestra estructura económica debe ser una dieta equilibrada en la que la construcción será siempre un elemento básico», añadió.
En este punto, reiteró su disposición a trabajar para evitar que se produzcan nuevas ‘burbujas’ inmobiliarias en el país. «Debemos aprender la lección, la experiencia debe servir para que todas las administraciones con competencias en materia de urbanismo y vivienda tengan la obligación de controlar más que nunca, para que nunca más se vuelva a producir una burbuja inmobiliaria en nuestro país. Ya sabemos que el precio de estos excesos es demasiado caro: viviendas inaccesibles y millones de desempleado», advirtió.
Por todo ello, Blanco garantizó que la política de Vivienda seguirá siendo uno de los «principales pilares» del Gobierno y ratificó la estrategia que venía desarrollando el extinto Ministerio de Vivienda centrada en una apuesta por la rehabilitación y el alquiler, enfocada en la generación de actividad económica y empleo.
No obstante, avanzó que «aprovechará» la integración de ambas políticas para «lograr sinergias entre la planificación de infraestructuras y la ordenación y el planeamiento urbanístico».