Según el último informe de «The Economist Intelligente Unit», división del semanario británico The Economist, en el se que pone de manifiesto las oportunidades que la evolución tecnológica tendrá para la dirección de empresas, se deduce que más de un tercio de los empresarios encuestados creen que su empresa no será capaz de seguir el ritmo de la tecnología y que perderán su margen competitivo.
Por otro lado, un tercio de éstos cree que sus negocios desaparecerán por completo, mientras que seis de cada diez encuestados creen que el mercado donde operan cambiará de forma significativa entre el presente y el 2020, manteniendo muy poca similitud con la actualidad. De entre los encuestados, el 63% prevé una evolución hacia estructuras descentralizadas con una delegación de mayor alcance al pasar la autoridad de toma de decisiones empresariales a la periferia de las organizaciones.
Asimismo, el 59% de los encuestados está de acuerdo en que el concepto de información no digital será completamente extraño para la mayoría de los empleados en 2020. Denis McCauley, ejecutivo de The Economist Intelligence Unit, comentaba que «a pesar de las dudas que tienen algunos a la hora de prever el futuro, la mayoría de los ejecutivos empresariales está de acuerdo en que existen oportunidades significativas para que la tecnología mejore la forma de dirigir negocios y en que pueden realizarse multitud de mejoras para aumentar la eficiencia de trabajo».