Atender las necesidades de las personas dependientes. Este es el objetivo de Cuidum, startup valenciana que acaba de anunciar que supera una ronda de financiación de 500.000 euros. Entre sus inversores, conocidos rostros del panorama nacional como Cabiedes & Partners o Toyubkal Partners.
Esta plataforma, que integra a más de 3.400 cuidadores, ha logrado en un año más de 1,2 millones de euros en contrataciones y ha generado 400 puestos de trabajo de forma indirecta, aunque tiene previsto llegar a los 4.500 puestos en los próximos tres años.
La idea de negocio nace en el seno de la company builder Demium Startups. Tras poner en marcha la idea, encabezada por Jorge Cantero, consiguieron cerrar una primera ronda de capital semilla y crecer a un ritmo del 50% intermensual, cifras que han atraído a un buen número de inversores y que han cristalizado en la ronda de financiación actual.
Uno de los aspectos que más miman en la empresa es la selección de los cuidadores que empiezan a trabajar en su plataforma. Para formar parte de la plantilla de Cuidum se llevan a cabo se realiza con una serie de pruebas donde se valora aspectos clave como: la formación, experiencia, confianza, referencias de su servicio y seguridad. Sólo el 23% de las aspirantes superan la prueba.
Cuidum denuncia amenazas del sector
La llegada de Cuidum que trabaja principalmente en el levante español, ha generado polémica, especialmente en el sector de residencias de ancianos. Los problemas sin embargo se han desatado a partir de una campaña publicitaria puesta en marcha por la startup valenciana, que se presentaba bajo el lema «Si me llevas a una residencia te desheredo».
Tanto es así que a finales del pasado mes de septiembre la empresa denunció una campaña de «presiones y amenazas» por parte de las entidades Aerte, Lares y sindicatos como CCOO-PV y UGT-PV. ¿El motivo? El llamamiento que hicieron las empresas del sector para que se retirase dicha campaña, ya que en su opinión «denigra la imagen de las residencias».
Por su parte desde Cuidum hablan de «sorpresa» ante la reacción «del lobby de las residencias» por una campaña publicitaria «que refleja una opinión muy extendida», que «muchas personas mayores prefieren ser atendidos en sus hogares y rechazan acabar los días en una residencia».