El Raspberry Pi Compute Module ofrece todo un mundo de posibilidades a efectos de personalización, y el All-in-One Pi es un claro ejemplo de ello. Se trata de un todo en uno que integra todos los componentes necesarios para funcionar como un ordenador compacto que mantiene, además, un precio muy contenido.
Está enfocado al uso profesional e industrial. A nivel de diseño no es nada del otro mundo, pero cumple y puede encajar sin problemas en cualquier espacio de trabajo gracias a su reducido tamaño. El All-in-One Pi cuenta con una pantalla de 10,1 pulgadas táctil con una resolución de 1.280 x 800 píxeles, tiene un altavoz estéreo de 2 vatios, dispone de un jack de 3,5 mm y tiene una cámara frontal.
La conectividad no es un problema en este modelo, ya que también viene con un Gigabit Ethernet, tiene dos puertos USB 2.0, una ranura microSD y un puerto RS-232. Por lo que respecta a las conexiones inalámbricas, integra Wi-Fi 5 y Bluetooth 5.
El modelo base viene equipado con un procesador de cuatro núcleos Cortex-A72 de 64 bits, dispone de 2 GB de RAM y tiene una capacidad de almacenamiento de 16 GB, pero no se descarta que acabemos viendo configuraciones diferentes con 8 GB y 32 de capacidad de almacenamiento. La primera sería más económica, pero también más limitada, y la segunda sería más cara.
También hemos visto referencias y materiales promocionales a versiones superiores del All-in-One Pi, con tamaños de pantalla que cubrirían tres grandes niveles: 13,3 pulgadas, 15,6 pulgadas y 17,3 pulgadas. Todas esas versiones tendrían resolución 1080p, aunque el resto de sus especificaciones deberían ser idénticas a las del modelo base.
El All-in-One Pi tiene un precio de 239 dólares, lo que al cambio vienen a ser 203 euros, aproximadamente, una cifra bastante razonable teniendo en cuenta todo lo que ofrece por ese dinero, aunque los envíos internacionales son muy caros y elevan, de momento, el precio de venta de forma significativa.
