Primero fue todo el huracán que se generó al lanzar Microsoft una OPA de compra sobre Yahoo. Al poco tiempo entraba Google en el juego para, a través de otros socios, intentar quedarse con la compañía o por lo menos dificultar en todo lo posible la maniobra de Microsoft. Ahora toca nuevo culebrón con dos de los protagonistas del capítulo anterior: Google y Yahoo.
Hace unos meses conocíamos que Google y Yahoo llegaban a un acuerdo de cuatro años por el que este último mostrará publicidad de Google (bloques AdSense) en los resultados de su buscador y en los sitios web que incluyan anuncios de la red «Yahoo! Publisher Network» para Canadá y EEUU (los dos países en los que Yahoo tiene más cuota de visitantes). Con esta medida Yahoo pretende revitalizar su maltrecha situación económica, aprovechándose del buen funcionamiento del sistema publicitario de Google, frente a la mala tecnología publicitaria de Yahoo, que aún con importante número de usuarios, no consiguió sacarles jugo.
Las reacciones no se han hecho esperar. Los primeros fueron la Asociación Nacional de Publicistas de los estados unidos que enviaron una carta al organismo regulador que está revisando el acuerdo publicitario entre Google y Yahoo, oponiéndose a esta asociación. Arguyen que el pacto supondrá el control del 90% del mercado, destruye la posibilidad de una competencia alternativa y aumenta potencialmente los precios para los anunciantes.
Los segundos que entran en discordia son La Asociación Mundial de Periódicos, que representa a 77 asociaciones nacionales de periódicos y a 18.000 periódicos en todo el mundo. Inciden en que este acuerdo publicitario dañará sus ingresos publicitarios, precios y tarifas de sus anuncios, con repercusiones sobre las empresas afiliadas. Además afectará la competencia al convertirse el mercado en un «casi monopolio», proporcionando a Google el control de uno de los segmentos más importantes del mercado de los periódicos: la publicidad en la red.
Con todo parece que el asunto sigue hacía delante y por su parte Yahoo y Google no se cansan de repetir los beneficios del acuerdo para todo el mundo, sobre todo para las dos empresas que se embucharán unos cuantos miles de millones con la gracia. Habrá que esperar y personalmente creo que solamente una cosa podría frenar el acuerdo: que los anunciantes vieran incrementar en mucho el precio de sus campañas, escapando del medio (cosa que por otro lado ni Google ni Yahoo permitirá, algún tipo de compensación darían si se produce una hipotética subida de precios para los anunciantes).
PD: Sobra decir que Microsoft también se opuso al poco de saberse la noticia por varias razones, todas descritas en los párrafos anteriores.
